Cinefórum CDIV: «Hour of the Pig (The Advocate)»

Si bien la novela histórica es, posiblemente, el género más vendido y presente en las librerías, lo cierto es que con el cine histórico no pasa lo mismo. Seguramente se deba a que hacer una película histórica es caro, mucho más caro que hacer una contemporánea. De ahí que obras como la que vimos la semana pasada, El regreso de Martin Guerre, no abunden. Tomando un punto de vista más convencional podemos ver otros títulos como el que nos ocupa hoy, Hour of the Pig.
Aunque tal vez sea más bien The Advocate. ¿Por qué ese lío con los nombres? Básicamente porque el cine americano de los años noventa era, como siempre ha sido y será el séptimo arte, un laberinto de líos de producción e intereses encontrados. Hour of the Pig es el título original y británico de la película, que luego fue remontada y estrenada en los Estados Unidos como The Advocate por medio de Miramax. Para quien ya no se acuerde, estamos en los años en los que los Weinstein dominaban el cine independiente mundial con todo tipo de malas prácticas. De hecho, una actriz de la cinta, Sophie Dix, estuvo entre las primeras voces que se alzaron contra Harvey Weinstein. Sobra decir que su carrera se frenó totalmente tras negarse a los acercamientos del magnate.
El caso es que Hour of the Pig es una cinta curiosa y compleja que uno nunca sabe a qué genero suscribir. Es un drama judicial, al menos sobre el papel, pero el juicio importa poco o nada. Es una comedia negra, pero se lo toma casi todo tan en serio que no hay manera de mantener la sonrisa. Es una contradicción continua en la que parece no existir un hilo central al que asirse, al menos hasta los momentos finales. Porque cuando falta muy poco para cerrar la película, cuando creemos que aquello no puede tener sentido, nos queda muy claro que es una obra contra los privilegiados, contra el orden establecido. Al igual que pasaba con otros títulos como Los demonios, el pasado se usa para subrayar los problemas del presente y denunciar que las clases poderosas tengan sus propias reglas.
Las particularidades de la película siguen con su director, Leslie Megahey. Veterano de la BBC, estuvo premiado por su trabajo en el programa Omnibus, pero era todavía un primerizo en la gran pantalla tras haber realizado tan solo a finales de los setenta Schalcken the Painter para la cadena pública británica. Aquí no hace grandes alardes con la cámara pero es muy efectivo, aunque a veces se le note un cierto toque televisivo que hace los escenarios y los sucesos más pequeños de lo que deberían. No volvió a dirigir, muriendo en 2022.

Actoralmente, la película es un festival: Colin Firth, Ian Holm, Donald Pleasence, Jim Carter, Michael Gough, Sophie Dix, Harriet Walter, Lysette Anthony… una muestra del nivel excelente de los intérpretes británicos de la época. Aquí todos y todas están excelentes, elevando el material y haciendo que el espíritu tenga una pátina de realidad que sostiene una historia que, a veces, parece no ir a ningún sitio.
¿Es The Hour of the Pig una obra maestra ignorada? No, ni mucho menos, pero sí es una muestra de un cine noventero en el que lo independiente trataba de hacer obras de cierto alcance presupuestario y tratar temas diferentes. En los USA se vendió haciendo una referencia totalmente gratuita e innecesaria a Juego de lágrimas que no hacía justicia a una película que, tratando de hablar de cosas serias, no olvidaba nunca que todo es un divertimento; una historia en la que el juicio a un cerdo puede esconder una mirada crítica a los poderes establecidos y sus privilegios en un pequeño pueblo francés del siglo XV.
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