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Geografía de la carretera en Ucrania – 22 de abril

Hay una geografía de los vehículos de Ucrania. De los coches familiares, compactos y de lujo comparables a los de cualquier país de la Unión Europea que circulan en el centro y el oeste, a los Ladas y otras marcas soviéticas del Este. En la parte rica y continental, también hay Teslas, vehículos eléctricos que vemos trasladar en grúa, porque sus dueños seguramente ya están muy lejos. También para la evacuación hay clases y la guerra no está hecha para los coches de combustibles menos contaminantes. En el oriente, la sombra de la pobreza circula en trastos antiguos y resistentes que parecen hechos para la imagen que tenemos de la huida en familia.

Diti, dicen los carteles de los coches que llevan niños. Folios en blanco con las cuatro letras de un cirílico que envía un mensaje universal al agresor, al guardia y a la cámara. Los niños de Ucrania han salido en estampida en coches que sus padres conducen hasta la frontera, y luego dejan en la cuneta. En las zonas rurales apenas se ven vehículos: una enorme Ucrania vacía de tractores que también han huido hacia el oeste. La gran maquinaria agrícola ha tenido su propia evacuación. Esa la pagan los oligarcas y las multinacionales estadounidenses, francesas y saudíes que se reparten los campos en este granero del mundo. En esta guerra se da la vida por una tierra propiedad privada.

Los trenes de Ucrania todavía no han dejado de circular en ningún momento. La estación de Kiev sufrió el impacto de un misil antiaéreo. No murió nadie. El complejo ferroviario de Lviv, una ciudad dentro de Leópolis, fue atacado porque es la estación de las armas que recibe Ucrania. En la estación de Kramatorsk, hubo más de cincuenta muertos porque uno de los bandos decidió que había que tirarles un misil a los refugiados. Un día después de la matanza había sangre en los andenes y los objetos personales de una huida apresurada de mujeres y niños: Nescafé, zapatillas de velcro y luces, toallitas y manzanas. Bebe agua y come fruta, iba a ser un viaje largo.

De este a oeste, el viaje de salida de Ucrania ha sido un éxodo que todavía no termina. El tráfico en sentido contrario, hacia el frente oriental, es de camiones de suministro y de militares. Vehículos de transporte, de combustible, blindados, tanques, camiones, grúas, tractores. Es un desfile militar sin retransmisión en directo, o sea, sin gloria. El ejército ucraniano también utiliza coches civiles: furgonetas, familiares, los mismos que tal vez han llevado a la familia hasta la frontera ahora recorren el camino inverso. Y hay autobuses y autocares, a los que han quitado el cartel de Diti, niños, y los han llenado de soldados infantiles: miran por la ventana con aire triste mientras su país y su vida se convierten en un campo de batalla.


Extramuros es una columna informativa de Efecto Doppler, en Radio 3. Puedes escucharla aquí.

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Víctor García Guerrero
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