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Argentina, la ruina y el shock – 16 de noviembre

Javier Milei quiere destruir el Banco Central de Argentina. En un vídeo que viraliza su campaña, lo derriba a martillazos: es una maqueta de porexpan, exacta, escudo incluido: Banco Central de la República Argentina. También cae. Sus seguidores jalean a Milei al grito de: «destrucción, destrucción». La diputada electa Lilia Lemoine, admiradora de neonazis, se pasea caracterizada de superheroína. La patria de Milei tiene gritos, motosierras y banderas, pero su moneda es el dólar y se viste con leotardos de personajes de Marvel Comics.

El libertario Milei fue becario en el Banco Central. Dice su rival, Sergio Massa, que tiene un deseo personal de venganza porque no le contrataron. El odio y el rencor hacen política. Pero en el nihilismo también hay cálculo y razón. Al candidato de apariencia outsider le financian, en realidad, grandes capitalistas con fortunas en dólares que pueden ampliar su poder sin supervisor de moneda propia. Con la economía dolarizada, Argentina dependería aún más del FMI y el Banco Mundial, prestamistas con sede en Washington y capital del patriotismo de bandera en el retrovisor.

Viejas figuras de la derecha hispanoamericana apoyan a Milei: Rajoy, Piñera, Duque, Calderón… y Vargas Llosa. También el expresidente Macri. «La única salida de Argentina es con libertad política y económica», firman en un manifiesto. «Única salida»: el neoliberalismo necesita el shock para aplicarse como una picana en las poblaciones que van a sufrirlo, demostró Naomi Klein. «La economía chilena tiene que gritar», ordenó Nixon a la CIA. La pobreza y la inseguridad en Argentina, la destrucción de la nación, es la condición necesaria para que el salvador ejecute su saqueo a martillazos.

«Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires», escribió Rodolfo Walsh, maestro de periodistas en Argentina y el mundo. Sigue: «La historia aparece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las cosas». Milei no lee a Walsh sino a Friedman y a Hayek, predicadores de la teoría económica que asesinó a Allende en Chile. En Argentina, la cábala neoliberal justificó el asesinato de una generación: números por gente. En el shock gana el martillo, no la poesía de la patria en ruinas.


Extramuros es una columna informativa de Efecto Doppler, en Radio 3.

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Víctor García Guerrero
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