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Rivales

El clásico de Bélgica

Aunque los orígenes de Bruselas se remontan a finales del siglo VI, no es hasta mediados del XV cuando el desarrollo de la ciudad se hace evidente. Y precisamente de esa época datan los edificios más antiguos de la ciudad, junto con los construidos a finales del siglo XIX. Otra de sus características es el hecho que, a lo largo de su historia, ha pertenecido a diferentes países de manera sucesiva.

Bruselas inició su desarrollo en la época medieval, pero anteriormente fue la tierra de los celtas belgas, invadidos por el ejército romano de Julio César. Con la victoria romana se constituyó aquí la provincia de la Gallia Belgica. El primer gran envite que recibió fue procedente de las huestes carolingias que dominaron estos territorios. Los duques de Borgoña fueron los continuadores, quienes reunieron bajo una misma bandera toda la serie de territorios que tenían a su cargo y que denominaron Países Bajos. Y fue en la década de 1430 cuando Bruselas se convirtió en la capital de Borgoña.

Más tarde, en el año 1482, el Gobierno de la ciudad pasó a manos de los Habsburgo. Después, durante el siglo XVI, llegó la época de gobierno español, cuando Carlos V, por entonces soberano de Borgoña, heredó también el trono de España. Fue durante ese período cuando Bruselas se convirtió en la ciudad más poderosa de Flandes, superando a Brujas y Amberes.

En el siglo XVII se sucedieron las grandes luchas políticas y religiosas por toda Europa, y fue entonces cuando Luis XIV de Francia, el Rey Sol, quiso anexionar los territorios de Flandes a los suyos. Este deseo culminó con el bombardeo de Bruselas por parte de los franceses en el año 1695, destruyendo la zona de la Grand-Place y sus alrededores. Sin embargo, Francia terminó retirándose y los españoles permanecieron en el territorio belga hasta el año 1713, cuando, tras la Guerra de Sucesión Española, se firmó el Tratado de Utrech por el que se cedieron a Austria los Países Bajos, con Bruselas incluida. En 1792 las tropas napoleónicas ocuparon el territorio, y tras su derrocamiento los últimos ocupantes del lugar fueron los vecinos holandeses, quienes tuvieron que marcharse de forma definitiva después de los levantamientos de 1830.

De este modo, la independencia de Bélgica se produjo en el año 1831. Fue también cuando se inició el periodo de la monarquía belga con Leopoldo I, a quien le sucedió su hijo, Leopoldo II, erigido en el principal valedor de la mayoría de monumentos destacados que se conservan en la actualidad. No obstante, y a pesar de su independencia, Bélgica no se salvó tampoco de las consecuencias de las guerras mundiales que asolaron Europa en el siglo XX, siendo ocupada por las tropas alemanas en ambas contiendas.

En el año 1950 Balduino I ascendió al trono y, poco después, el país se convirtió en la capital de la Europa occidental, al acoger los centros administrativos de la Unión Europea, así como el Cuartel General de la OTAN.

Actualmente Bruselas tiene una población de 1.197.732 habitantes. Anderlecht es uno de los diecinueve municipios de la Región de Bruselas-Capital, con una población de 96.000 habitantes.

A orillas del río Mosa se encuentra la ciudad de Lieja (Liège en francés), el enclave más importante de la región de Valonia. Orgullosa de su historia, conservadora de sus tradiciones y con un sorprendente patrimonio arquitectónico, Lieja se considera la referencia de la parte valona en la Bélgica de la actualidad.

Se sabe por los restos arqueológicos que el lugar que ocupa la ciudad ha sido habitado desde el Neolítico, pero hasta el año 696 d.C. no pasó de ser una pequeña y tranquila villa. Su auge y posterior transformación en ciudad vendría de la mano de un suceso acaecido entre sus fronteras: el asesinato del Obispo de Maastricht, Lamberto, quien recibiría el título póstumo de santo. Las masivas peregrinaciones a la capilla erigida en honor del recién nombrado San Lamberto, provocaron el traslado de la diócesis desde Maastricht hasta Lieja. Con el consiguiente aumento de la influencia religiosa, la otrora pequeña villa se convertiría en pocos años en un importante enclave de peregrinaje.

Aunque no se sabe con seguridad, la mayoría de teorías apuntan a que fue en Herstal, en los alrededores de Lieja, donde nació Carlomagno (742 d.C.). Tanto este como sus seis generaciones anteriores poseen estatuas en el centro de la ciudad, cuya historia y folclore quedarían inexorablemente unidas a la vida del monarca carolingio.

En 930 nace el primero de los príncipes obispos de Lieja, Notger, quien impulsaría en gran medida el desarrollo de la ciudad y la consolidación de Lieja como principado. En el año 1000 y durante el reinado de Notger, comienza la edificación del Palacio de los Príncipes Obispos en la Plaza Saint-Lambert, aunque este primer edificio no llegaría a cumplir los doscientos años, ya que en 1185 un incendio lo redujo a escombros. El monarca Raoul de Zahringen ordenaró su reconstrucción al poco tiempo, pero resultó nuevamente destruido durante el saqueo de la ciudad en 1468 por parte de las tropas de Carlos el Temerario. Casi un siglo después, en 1526, el príncipe Érard de La Mark pondría en marcha un nuevo intento de reconstrucción.

El principado de Lieja duró ocho siglos, ya que al tiempo que estallaba la Revolución Francesa (1789), se produjo un reflejo de esta en la provincia valona que se prolongaría hasta 1795, en un delicado baile de poder entre el pueblo y la monarquía. Entre los años 1795 y 1815 y tras varios intentos de sustituir la monarquía y una anexión a la nueva República de Francia, el antaño principado de Lieja quedaba dividido en tres regiones. La derrota de Napoleón en Waterloo y la consiguiente pérdida de influencia por parte de Francia en la provincia, propició que en el Congreso de Viena, Ourte (una de las tres regiones en que fue dividida) fuera anexionada al reino de los Países Bajos. Es a esta región a la que hoy conocemos como la provincia de Lieja. Actualmente la ciudad de Lieja tiene una población de 196.291 habitantes.

Ambas ciudades belgas, Bruselas y Lieja, destacan en el terreno balompédico por acoger a dos de los equipos más clásicos del fútbol nacional: el Anderlecht representa a los capitolinos (toma su nombre del municipio bruselense de nombre homónimo), y el Standard de Lieja a la ciudad valona. Actualmente el Anderlecht es el club belga con más títulos ligueros (34), el Standard fue el tercero hasta los años noventa, cuando fue superado por el Brujas (que actualmente es el segundo con 14 títulos). Y es que existe otro equipo en Bruselas, el Royale Union Saint-Gilloise, que tiene en su haber 11 ligas, ganadas todas antes de la Segunda Guerra Mundial, y que fue el segundo con más títulos ligueros hasta 1998.

El clásico de Bélgica es como se conoce al partido de fútbol entre el Standard de Liège y el RSC Anderlecht. El origen de esta rivalidad eterna, como sucede en otros casos, es tanto deportivo como consecuencia de otros factores (geográficos, históricos o políticos).

En primer lugar, señalar que Bélgica está dividida en dos partes etnolinguísticas: por un lado Flandes, donde se habla neerlandés (holandés); por otro Valonia, de habla francés.

La ciudad de Lieja se encuentra en la región de Valonia, tradicionalmente francófona. Es la segunda ciudad valona más importante tras Charleroi, pero el equipo de la ciudad, el Sporting Charleroi, no supuso nunca oposición para el Anderlecht, y la capital de Valonia, Namur, ni siquiera cuenta con un equipo importante en el sistema de ligas belga.

El RSC Anderlecht tiene su sede en el municipio del mismo nombre, en la región de Bruselas-Capital, tradicionalmente ligado a la comunidad flamenca de Bélgica. Bruselas, históricamente, ha sido una ciudad de fuerte presencia neerlandesa, aunque esto ha ido cambiando progresivamente en favor de los francófonos. Otro rasgo distintivo de esta rivalidad es el origen proletario e industrial de la ciudad de Lieja, mientras que Bruselas es considerada una metrópoli burguesa y un centro económico europeo.

El Standard de Lieja fue fundado en septiembre de 1898 por estudiantes del Colegio de Saint-Servais. Su inspiración para el nombre fue el Standard de París, un popular equipo de fútbol parisino de aquella época. Actualmente juega en la Primera División de Bélgica. Es uno de los equipos más populares, e históricamente es el cuarto más laureado del fútbol belga con diez campeonatos de Liga belga. Además, cuenta en su palmarés con siete Copas de Bélgica, una Copa de la Liga y cuatro Supercopas de Bélgica. Su feudo desde 1909 es el Estadio Maurice Dufrasne, conocido entre su hinchada como Estadio de Sclessin. Actualmente tiene una capacidad de 30.143 espectadores.

El momento más álgido del equipo se produjo en 1982, al llegar a la final de la Recopa de Europa, donde fueron vencidos por el F.C. Barcelona. Ese mismo año se reveló un escándalo que implicaba a bastantes jugadores y entrenadores: un presunto plan para influenciar a otros clubes belgas para que facilitaran el final de la temporada al equipo, y que el Standard afrontara el partido ante el Barcelona sin lesionados.

En 1996, el club absorbió al RFC Seraing. Acabó la temporada 2005-2006 en el segundo puesto de la Primera división belga, consiguiendo así una plaza para la ronda preliminar de la Liga de Campeones de la UEFA. Se proclamó campeón de liga en la temporada 2007-2008, luego de veinticinco años de la mano del entrenador Michel Preud’homme, ex mítico portero de la selección belga. En la temporada siguiente consiguió nuevamente el título tras derrotar en un desempate a doble partido al RSC Anderlecht, con el que había finalizado el torneo en igualdad de puntos.

El Royal Sporting Club Anderlecht fue fundado el 27 de mayo de 1908 y actualmente disputa la Primera División. Como ya dijimos, es el equipo con más títulos de la Liga belga (34), obteniendo el último en el año 2017. Además es, junto al RKV Malinas, el único que ha conquistado títulos europeos: dos títulos de la Recopa de Europa (1976 y 1978), dos de la Supercopa de Europa y una Copa de la UEFA (1983). Los colores tradicionales del club son el morado y el blanco.

El club alcanzó por primera vez el nivel más alto en el fútbol nacional en la temporada 1921-22, y ha estado jugando en la primera división de forma continua desde la campaña 1935-36. Ganaron su primer título importante después de la Segunda Guerra Mundial (1946-47). Desde entonces, nunca han terminado fuera de los seis primeros.

La época dorada de la entidad tuvo lugar durante los años ochenta, cuando levantó la Copa de la UEFA en 1983 ante el S.L. Benfica. En 1982 y 1986 alcanzó las semifinales de la Copa de Europa y en 1984 no pudo reeditar su segunda Copa de la UEFA consecutiva, al perder en la final ante el Tottenham Hotspur en la tanda de penaltis.

El club lleva jugando sus partidos en el Municipio bruselense de Anderlecht desde 1917, primero en la zona de Meirpark, recinto al que tiempo después llamaron Estadio Emile Vers. En 1983 fue reconstruido completamente, dando lugar al actual estadio Constant Vanden Stock que cuenta con una capacidad de 28.000 espectadores.

Centrándonos en el mundo de las gradas, señalar que los ultras del Standard se engloban dentro de un grupo principal, los Ultras Inferno 1996, grupo politizado de tendencia antifascista. Anteriormente, existieron Kop Rouches (fundados en 1968) y Hell Side (1981), estos últimos de claro perfil hooligan. Los Ultras Inferno 1996 comenzaron como una especie de sección a la italiana de Hell Side, de ahí que adoptaran la palabra ultra. Con el paso de los años se hicieron el grupo hegemónico de la Tribune 3 del Standard. En el caso de los ultras del Anderlecht, a día de hoy y desde su fundación en 2003, el grupo guía es Mauves Army, aunque en el pasado existieron gran número de grupos de estilo hooligan organizados.

Nos despedimos con dos vídeos: el primero de los Ultras Inferno 1996; el segundo de los Mauves Army 2003.

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