NELINTRE
Arte y Letras

Creando nuevas leyendas: Clark Ashton Smith y Averoigne

Entre el nutrido grupo de escritores que se suelen encuadrar dentro del amplio epíteto del pulp americano, algunos destacaron por su carácter único. Entre estos, siempre sobresalieron unos cuantos, dedicados a la literatura fantástica y de terror, que llegarían a ser conocidos como el Círculo de Lovecraft, gracias a su relación epistolar con el autor de Nueva Inglaterra. Y entre ellos, el más inimitable y particular resultó ser, sin lugar a dudas, Clark Ashton Smith.

H. P. Lovecraft era el maestro en la creación de nuevas mitologías. Robert E. Howard nos contaba sucesos épicos del pasado con una fuerza inigualable. Mientras tanto, Clark Ashton Smith destacaba como el más mórbido y rupturista. No contento con desarrollar sus narraciones sobrenaturales, nos legó un cuerpo de relatos que nos muestran el proceso de creación de lo legendario en contraste a lo fantástico que solía cultivarse en las revistas como Weird Tales.

Clark Ashton Smith

Breve semblanza de un autor extraordinario

Repasando la infancia y los orígenes de Clark Ashton Smith, resulta complicado comprender que este terminara siendo uno de los mayores literatos de la costa oeste americana de la primera mitad del siglo XX. Nacido en 1893 en Long Valley, California, se crio en la pequeña comunidad de Auburn, en la cabaña construida por sus padres. Nunca llegó a acudir al instituto porque, tras dejar la escuela, sus padres consideraron que era mejor educarlo en casa.

The Star-Treader and Other PoemsTal vez a esa extraña educación le debamos la creación de un mundo personal y casi único que se construyó sobre los cimientos de lecturas como Robinson Crusoe, Las mil y una noches o Los viajes de Gulliver. Además, aseguraba haber leído tanto la undécima edición de la Enciclopedia Britannica artículo por artículo, en dos ocasiones, como un diccionario palabra por palabra, fijándose en particular en los usos menos habituales y más antiguos de los vocablos allí presentes.

Prácticamente ya en su niñez escribió algunas novelas de aventuras, que no serían publicadas hasta ya el siglo XXI. Pero su primera vocación la encontró en la poesía. El éxito de su primer trabajo, The Star-Treader and Other Poems, le llevó a relacionarse con los mejores círculos literarios de San Francisco y llegó a conocer a autores como Jack London o Ambrose Bierce. Sin embargo, terminaría regresando a la vida provinciana de Auburn, donde sobrevivió realizando trabajos de baja cualificación mientras publicaba alguna obra de manera ocasional. Durante estos años empezó su amistad con H. P. Lovecraft, que siempre trató de animarle a aumentar su producción literaria. Terminó sucediendo con la conjunción de la Gran Depresión y el empeoramiento del estado de salud de sus padres, lo que le obligó a dedicarse de manera exclusiva a la escritura para sacar adelante la situación económica que vivía.

Moon-DwellerEntre 1929 y 1934, Clark Ashton Smith se convirtió en uno de los principales autores estadounidenses de literatura fantástica junto a Lovecraft y Howard. Los tres eran la principal fuerza creadora detrás de la mítica Weird Tales y, en el caso de Smith, estamos hablando de la autoría de más de cien relatos cortos entre esos años. Su producción fue tan amplia en calidad como en cantidad, creando una herencia literaria en prosa cuyos ecos pueden llegar a verse en autores como Jack Vance.

Todo acabó, sin embargo, con la muerte de sus padres y sus dos mejores amigos por correspondencia en el corto periodo de dos años. En 1935 moriría su madre; en 1936 Robert E. Howard se suicidaría; en 1937 Lovecraft perecería a causa de un cáncer; y, finalmente, ese mismo año su padre también le abandonaría. Con cuarenta y cuatro años, Clark Ashton Smith se encontró tan solo en su vida personal como en la literaria. Entonces tomó la decisión de centrarse en sí mismo, abandonando una carrera que uno tiene la impresión de que solamente estaba despegando.

Durante el resto de su vida evitó escribir más relatos y se centró en su obra escultórica. Tras su matrimonio en 1954 llegó a abandonar Auburn y mudarse a Pacific Grove, también en California. Finalmente nos abandonó en 1961, a los sesenta y ocho años, dejando tras de sí una obra que nunca dejará de fascinar a sus lectores y la promesa incumplida de lo que podría habernos dado su genio creativo si no hubiese abandonado la escritura tan pronto.

Lost Worlds Cover

La leyenda contra la fantasía

Existen muchos estudios sobre lo fantástico y su relación con la realidad. Dentro de la literatura en español, podríamos citar, por ejemplo, Lo fantástico en la literatura y el cine de Daniel Ferreras Savoye. Es sintomático que en todo ese volumen no se mencione ni en una ocasión a Clark Ashton Smith, prefiriendo irse a una lectura de la corriente literaria más anclada en las coordenadas habituales del terror.

Lo fantastico en la literatura y el cineEs una lástima, porque en la obra del californiano podemos encontrar muchas claves para entender un fantástico diferente, en particular dentro de su ciclo de Averoigne. Se encuentra formado este por apenas ocho relatos, un poema, dos sinopsis y seis fragmentos. Poca cantidad de páginas para la fuerza creativa que muestran.

Las historias se sitúan en la zona bautizada como Averoigne, una inexistente región francesa en la que ambientar diferentes sucesos fantásticos que han tenido lugar en nuestro pasado, entre la Edad Media y la Moderna. Como algunos autores han señalado, lo más probable es que en realidad estemos ante un trasunto ficticio de la Auvernia real que Smith decidió emplear como materia prima sobre la que crear un nuevo mundo de leyenda.

Porque las historias de Averoigne siempre se sitúan en un plano diferente al habitual en la literatura fantástica al uso. Los personajes, ya sean protagonistas o meros figurantes, no reaccionan de manera realista ante los sucesos maravillosos que acaecen a su alrededor. En su lugar, se comportan como si estuviésemos ante la narración de una antigua leyenda, en la que lo extraño forma parte casi de la vida normal. Gárgolas que cobran vida, gigantes que arrasan con gran parte del territorio… son sucesos terribles, pero que los habitantes de la región se toman con la misma filosofía con la que el Cazador o Caperucita Roja pueden asumir que se encuentran frente a un lobo de tamaño humano que puede hablar.

Ahí radica la importancia de estos relatos: en transportarnos a un mundo que nunca existió, pero que entronca con nuestro pasado. Averoigne no es un lugar real ni nunca lo fue, desde luego, y las historias a las que cobija son en ocasiones demasiado escabrosas para lo habitual en nuestras leyendas; pero no por eso nos resultan extrañas.

A Rendezvous in Averoigne focus

Motivos y temas de las historias de Averoigne

La elección de Francia como escenario seguramente venga marcada por dos motivos muy diferentes. Por un lado, Clark Ashton Smith era un gran fan de Baudelaire y otros poetas franceses, llegando a haber aprendido francés de manera autodidacta para poder traducirlos, algo que también hizo con el español.

Por otra parte, es posible que la obra de James Branch Cabell pudiese haber influido también en su elección de Francia. Las obras dedicadas por el autor virginiano a la historia de la familia de Dom Manuel transcurren en la región ficticia de Poictesme, que podemos ver como una prefiguración del Averoigne de Clark Ashton Smith. A este respecto, hay que recordar que, a pesar de que a día de hoy sea un autor mayormente olvidado y solamente una de sus obras, Jurgen, haya sido traducida al español, lo cierto es que en los años veinte se llegaron a vender pósters con mapas de Poictesme. Tal era su popularidad y trascendencia.

Pero, independientemente de las influencias sobre su elección, Clark Ashton Smith consiguió convertir su región de Francia en un reflejo de un mundo inexistente. Nunca visitó el país franco, ni lo conoció por otro medio que no fuera la lectura, lo que le permitió recrearlo del mismo modo que lo hacía con los extraños tiempos y lugares de Zothique o Hyperborea. Sus bosques llenos de hombres lobo, sus viejos castillos abandonados… instantáneas de un tiempo que nunca existió y que se entiende como perdido, anterior a nuestra época contemporánea de fábricas y progreso.

Averoigne portada italianaAsí, la situación histórica es muy importante en muchos de los relatos, que llegan a dar fechas exactas. Estas se extienden desde la época romana de la sinopsis de El oráculo de Sadoqua a un tiempo poco anterior a la Revolución francesa, cuando tiene lugar El fin de la historia, una obra para la que difícilmente pudo elegir un mejor título al cerrar cronológicamente el ciclo. Así, Averoigne alberga sobre todo narraciones medievales, presentadas en su mayoría como si fueran historias populares, a menudo narradas por sus propios protagonistas. La idea de Clark Ashton Smith es que estas historias nos resulten naturales, como aquellas que nos cuentan nuestros mayores cuando somos niños.

Un mérito añadido del autor californiano es separar esa condición legendaria de la necesidad de una moraleja que soporte la historia. Así, a menudo sus personajes nos resultan egoístas y parecen capaces de cualquier cosa a cambio de lograr el buscado placer. Es imposible saber si realmente el monje Ambrosio de La santidad de Azédarac ha sido engañado por Morianis o si comprende en todo momento lo que ha sucedido. Del mismo modo, el Anselme de La hechicera de Sylaire está dispuesto a aceptar lo que quiera que le espere en el futuro a cambio de no abandonar la felicidad que ha encontrado, aunque sea falsa.

Así son los protagonistas de Clark Ashton Smith, personajes de una pieza que parecen dispuestos a todo por conseguir su objetivo y pululan por un mundo extraño que, sin embargo, no los atemoriza en ningún momento. Entre ellos, destaca sobre todo Gaspard du Nord, seguramente por formar parte del más largo relato del ciclo, El coloso de Ylourgne.

The Beast of AveroigneGaspard du Nord es lo más cercano a un héroe prototípico que podemos encontrarnos en Clark Ashton Smith. Un hechicero bueno, algo inusual en el mundo del autor, que está dispuesto a enfrentarse a su antiguo maestro, causante del mal en la región. El relato está lleno de una imaginería apocalíptica, repleta de poder, y juega perfectamente sus cartas para llegar a transformarse en algunos momentos en algo parecido a una pintura del Bosco. El último tramo de la narración resulta sobresaliente a la hora de transmitirnos una extrañeza que, sin embargo, el ambiente hace casi creíble.

Otro tema abundante en los relatos es una cierta visión pesimista de la Iglesia. Los personajes clericales de Smith salen mal parados, así como la propia institución. El ejemplo más claro lo tenemos en La santidad de Azéderac, en la que descubrimos cómo un malvado hechicero termina convertido en santo. No menos notables son la impotencia de los monjes en El coloso de Ylourgne o La exhumación de Venus, junto a los cuales se puede señalar un monasterio como sede del mal en La bestia de Averoigne. La única excepción sería el abad Hilarión de El fin de la historia, aunque podría verse su incapacidad para salvar al protagonista de sus impulsos más carnales como una nueva crítica acerca de la impotencia de la Iglesia.

Por último, cabe señalar que sí existe un relato del ciclo que se construye sobre las más características bases del castigo a la maldad. Se trata de Las mandrágoras, un ejercicio de suspense que muestra una moraleja indudable, pero que se construye, igualmente, sobre una narración que nos recuerda mucho a las habituales leyendas locales que todo pequeño pueblo tiene.

Los temas de Smith en el ciclo de Averoigne, pues, discurren entre la tentación y la imposibilidad de enfrentarse a la misma salvo por nuestra propia convicción. Sus héroes son personajes condenados que caen presas de sus instintos y los pocos que resultan victoriosos lo hacen mediante una acerada fuerza de voluntad. Son leyendas que nos hablan de los rincones más oscuros de nuestra naturaleza y no evitan señalar la perdición a la que estos nos terminarán llevando.

Clark Ashton Smith memorial

El oscuro destino de las leyendas

Por desgracia, el lector español que quiera leer los relatos de Averoigne no lo tiene muy fácil. A pesar de que es posible encontrar la totalidad del ciclo a base de bucear entre diferentes publicaciones, no existe ninguna obra unitaria que los reúna, con la excepción de un tomo editado por PulpEdiciones con la habitual falta de respeto por los derechos de autor mostrada por la ya desaparecida editorial.

Averoigne PulpedicionesAún así, recomendamos a los interesados a que hagan acopio de paciencia y se sumerjan en las diferentes ediciones españolas de Clark Ashton Smith y rebusquen entre sus índices para conseguir las narraciones del ciclo de Averoigne, tan interesantes como el resto del trabajo del autor y los mejores ejemplos de su extraordinaria capacidad para crear nuevas leyendas medievales en pleno siglo XX.

Aquellos que quieran tener una guía para la Averoigne de Smith que les permita encontrar una salida al oscuro bosque poblado de de hombres lobo y bestias aún peores, podrán encontrar algo de ayuda en un listado de las diferentes narraciones localizadas por Clark Ashton Smith en estas tierras. El viaje seguramente no sea fácil y muchos serán los peligros, pero todos sabemos que en las leyendas el trayecto a menudo es más importante que el destino.

Relatos o historias cortas:
El final de la historia (The End of the Story)
Una cita en Averoigne (A Rendezvous in Averoigne)
El escultor de gárgolas (The Maker of Gargoyles)
Las mandrágoras (The Mandrakes)
La bestia de Averoigne (The Beast of Averoigne)
La santidad de Azédarac (The Holiness of Azédarac)
El coloso de Ylourgne (The Colossus of Ylourgne)
La exhumación de Venus (The Disinterment of Venus)
La madre de los sapos (Mother of Toads)
La hechicera de Sylaire o La torre de Istarelle (The Enchantress of Sylaire)
El sátiro (The Satyr)

Poemas:
Averoigne (Averoigne)

Fragmentos de relatos sin finalizar:
The Gargoyle of Vyones
The Sorceress of Averoigne/The Tower of Istarelle
Queen of the Sabbat
La condenación de Azédarac (The Doom of Azédarac)
El oráculo de Sadoqua (The Oracle of Sadoqua)
The Werewolf of Averoigne

Ismael Rodríguez Gómez
Últimas entradas de Ismael Rodríguez Gómez (ver todo)

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba