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El Seriéfilo

Seriéfilo: septiembre de 2022

Encaramos el último trimestre del año con las plataformas revueltas, estrenando series por doquier para intentar rascar cuota de mercado antes de que termine el año. Como dice el refrán, a industria revuelta, ganancia de seriéfilos, así que sigamos disfrutando porque, además del choque de cabestros entre La casa del dragón (HBO) y Los anillos del poder (Prime Video) que analizaremos el próximo mes con más detalle, se están cociendo a fuego lento buenas series que nos ayudarán a sobrellevar la vuelta al cole.

Nada mejor para romper con la rutina veraniega que una terapia de choque como volver a revivir el desastre del huracán Katrina a su paso por Nueva Orleans allá por finales de agosto de 2005. Si en la magnífica Treme (HBO), David Simon nos acercaba a las gentes de la ciudad del Mardi Gras reconstruyendo su normalidad tras la tragedia, Después del huracán (Apple Tv+) nos traslada directamente al infierno que vivieron. Especialmente el hospital Memorial, que durante los cinco días que sucedieron a la rotura de las presas que inundaron la ciudad quedó abandonado a su suerte, incomunicado, sin electricidad, lleno de pacientes y sin un protocolo claro de actuación.

La serie transmite de forma magistral la angustia y el estrés al que se enfrentaron médicos y enfermeras, expuestos a una situación límite sin saber si podrían atender a sus pacientes. Aunque los cinco primeros episodios, que reflejan cada uno de los cinco días que estuvieron incomunicados, son los más intensos, vibrantes e impactantes, en los últimos tres la tensión se relaja quizá demasiado. El tramo final de la producción se centra en la investigación posterior, necesariamente más pausada, realizada por el Estado al encontrarse cuarenta y cinco pacientes muertos en extrañas circunstancias. No obstante y aunque la serie va claramente de más a menos, el conjunto conforma una de las mejores miniseries del año, logrando retratar uno (otro) de los episodios más traumáticos y vergonzoso de la sociedad norteamericana de lo que llevamos de siglo XXI.

Pasando a series más naif, tenemos que hablar inevitablemente de los últimos estrenos para la pequeña pantalla de Marvel, empezando por el enfoque adolescente de Ms. Marvel (Disney +) y acabando por el más deconstruido de She-Hulk: Abogada Hulka. Lo mejor de las dos series son sus personajes principales, sin lugar a duda: Imán Vellani como Kamala Khan ha sido un grato descubrimiento y qué decir de la magnifica Tatiana Maslany, de la que ya pudimos disfrutar en la genial Orphan Black (BBC America). El papel de la abogada Jennifer Walters le sienta como un guante.

El problema no es suyo, sino de todo lo que les rodea: en el caso de Ms. Marvel, encontramos una historia demasiado floja incluso como presentación de un personaje que, a pesar de todo, nos deja algunas escenas muy potentes para el recuerdo. Eso y el carisma de Vellani alcanzan para salvar la serie, pero nada más. Peor es lo que ocurre con Hulka, lanzada a una especie de sit com de abogados con casos estrambóticos que podrían competir en extravagancia con los de la ya vetusta Ally McBeal (FOX). Con una lacerante falta de ritmo y de continuidad, cada episodio es un salto entre ideas demasiado dispares que simplemente compiten a ver cuál es más desenfadadamente cómica. Lamentablemente, la mayoría no funcionan.

Mientras tanto, The Old Man (FX) es un estreno interesante a pesar de que va perdiendo gas a medida que avanza la primera temporada. Trata de la huida hacia adelante de un septuagenario Jeff Bridges, que interpreta a un exagente de la CIA con un pasado que esconder. Lo mejor, sin duda, son las escenas de acción donde un Bridges desatado al más puro estilo Bourne se va deshaciendo de agentes entrenados a los que casi triplica la edad. Cuando Bridges retoma el espíritu del Nota, mucho más sosegado, la trama pierde enteros y se convierte en una serie de espías poco llamativa. Lamentablemente, la mayor parte de los mamporros se concentran en los primeros episodios, dejando huérfana de acción toda la segunda mitad de la cinta. Y se nota mucho.

Sin dejar los espías, la segunda temporada de Teherán (Apple TV+) sí logra mantener la tensión y el nervio durante todo su metraje. En la primera temporada, habíamos dejado a la espía del Mossad, Tamar Rabinyan, atrapada en Teherán sin posibilidad de abandonar el país; todo el servicio secreto iraní estaba tratando de atraparla. Ahora, mientras planea su ruta de escape, intentará dar un golpe al régimen iraní matando a Quasem Mohammadi, general de la Guardia Revolucionaria Islámica. En esta ocasión estará ayudada por otra espía infiltrada, Marjan Montazami, interpretada por Glenn Close. Esta serie tiene todos los ingredientes que hacen disfrutar de una buena historia de espías. Y los tiene en buena cantidad. Queda por tanto recomendada por el Seriéfilo.

Otra producción que vuelve a destacar es la tercera temporada de Evil (CBS) y lo hace no solo por sus guiones, interpretaciones y personajes, sino porque ahora, además, la serie va dando forma a los arcos genéricos que sobrevolaban los episodios autoconclusivos. Estamos ante una trama terrorífica donde el mal parece avanzar implacable, pero que termina dejándonos un halo de esperanza. No todo está perdido en la diabólica serie del matrimonio King, que sigue siendo la mejor serie de terror para todos los públicos.

Seriéfilo septiembre 2022
CBS Television Studios, Scott Free Productions

Cambiando otra vez de tercio, ya estamos acostumbrados a que no haya un solo mes en el que la nostalgia no asome la patita en este, nuestro mundillo. Esta vez le toca a Cobra Kai (Netflix), que vuelve con su quinta temporada rascando ya el fondo de la cazuela y con poco más que sacar. A estas alturas, no cabe duda de que los guionistas de la serie son unos maestros en el arte de recuperar cualquier pequeño fragmento de la trilogía de películas original y amplificarlo hasta el extremo. Esta vez es el personaje de Chozen el que, junto con el impagable Johnny Lawrence, mantienen la serie a flote. Argumentalmente, sin embargo, la historia da vueltas y vueltas sobre las mismas ideas dando sensación de un más que lógico agotamiento. La serie sigue siendo entretenida, pero sus mejores momentos ya han pasado.

Vamos ahora con un par de recomendaciones para aquellos que gusten de las buenas series en genera y la buena animación en particular. A pesar de que puedan parecer dibujitos para niños, hablamos de series de calidad calidad y con historias bastante adultas. Empecemos por la prehistoria de Primal (Adult Swim), una road movie protagonizada por un neanderthal y un dinosaurio que pierden a sus familias y huyen para protegerse juntos de la naturaleza. Sin una sola palabra en toda la primera temporada y muy pocas en la segunda, la historia fluye y transmite más que muchas series con millones de diálogos. Por cierto, la violencia también va in crescendo con el paso de los capítulos.

Igual o más extrema, pero en un futuro ya no tan lejano (alrededor del año 2077) se ambienta Cyberpunk: Edgerunners (Netflix), un anime basado en el polémico juego de ordenador Cyberpunk: 2077 (CD Project Red, 2022) que a su vez está basado en un juego de rol muy famoso en los años 90. Aquel Cyberpunk (Mike Pondsmith, 1988) presentaba un futuro distópico en el que las grandes corporaciones lo controlaban todo y en el que los humanos se llenaban de implantes cibernéticos para mejorar sus capacidades y conectarse a la red. Aunque esta adaptación es bastante típica, cumple su cometido que es, básicamente, pasearnos por todos los rincones de Night City para imbuirnos de la exquisita ambientación que nos traslada a un futuro tan irreal como cercano. Con una música bien implementada que transita por varios géneros y una acción trepidante a base de mucha sangre y mala baba, el espíritu del Cyberpunk original queda perfectamente reflejado en esta gran serie de animación.

Y para acabar el mes con alegría no pueden faltar las comedias. Esta vez son todas veteranas, pero lideradas por la inmortal Lo que hacemos en las sombras (FX) nada puede fallar. Y es que la cuarta temporada de este humor vampírico, surrealista y absurdo no solo no defrauda, sino que sorprende con novedades como el baby Robinson, que potencia el personaje de Laszlo; el club nocturno de Nadja o el genio de la lámpara de Nandor. Entre todos ellos, destaca el siempre hilarante Guillermo. Nada que objetar a otra magnífica temporada de una de las mejores comedias en antena.

Todavía en territorio sobrenatural, la cuarta temporada de la inglesa Fantasmas (BBC) llega a mediados de este mes a Movistar+, prolongando la historia de los incorpóreos habitantes de la mansión encantada mientras sus dueños intentan modernizarla y convertirla en un gran hotel. La cantidad de personajes y el hecho de que cada uno provenga de una época distinta, hacen que las posibilidades sean casi infinitas. Por ahora, sus historias siguen siendo la mar de divertidas.

Y para acabar nos despedimos con la tercera temporada de Bendita paciencia (FX), que mantiene su peculiar equilibrio entre el humor ácido y una entrañabilidad que no rechina y provoca un montón de carcajadas culpables. Una vez superados los hilarantes problemas de ira de Paul, un chaparrón de desgracias recae sobre la familia Worlsley en todas las formas posibles: enfermedades varias, problemas laborales, familiares… Todo mezclado y revuelto para hacer explosionar la paciencia de Paul y Ally, que dejarán la unidad familiar colgando de un hilo. A pesar de tanta pesambre, el resultado sigue siendo muy gracioso.

Sin más recomendaciones, os dejo que me tengo que ir hasta la Tierra Media, pasando por Desembarco del Rey, para acabar el análisis de lo que se viene el mes que viene. Aviso por adelantado de que el tema está caliente… Valar Morghulis, Danoi.

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