Cuatro títulos para reflexionar sobre el papel de la mujer
En una de las lecturas del verano, La vida pequeña. El arte de la fuga, González Sainz juega con el lenguaje y el significado del término reconsiderar. Explica que el verbo considerar proviene de sidus, constelación, e invita al lector a examinar la suya. Pues bien, como no hay nada más sano que hacerse preguntas y reformular conceptos, comenzamos con la primera pregunta: ¿Con qué rol de mujer te identificas o identificas a la mujer que tienes al lado?
María (y los demás): la mujer cuidadora
Una película rompe el hielo. Una película que parece pequeña, pero que trata grandes temas: María (y los demás) (Nely Reguera; 2016).
En ella, la actriz Bárbara Lennie para la que se han terminado los adjetivos y roza lo sublime, interpreta a María. Instalada en la treintena, esta librera vive en modo self service sin que nadie se percate si en una de sus bandejas hay una estrella Michelín. Porque ya se sabe, lo que se da en exceso no se valora.
Lennie encarna el papel de mujer sacrificada y cuidadora a la que, contradiciendo a Pessoa, todo el mundo aconseja desde la barrera. Abandona su sueño (escribir), cae en relaciones con ególatras y asume más cargas familiares de las que debe. ¡María sal de ahí! ¡No has nacido para complacer!
A favor: es fácil empatizar con el personaje. Hay muchas Marías.
En contra: a veces se intuye en el personaje un exceso de inspección o control.
Fleabag: la mujer brillante y la verdad incómoda
María sostiene la puerta para dar paso a una de las guionistas más brillantes del panorama audiovisual, Phoebe Waller-Bridge. Aunque a grandes rasgos parecen dos personajes muy dispares, en algunos aspectos llegan a converger.
Resultaba asombroso cuando esta serie permanecía escondida en el catálogo de Amazon; a algunos de los espectadores les resultaba demasiado chocante o soez por su lenguaje directo. Otra historia es preguntarse si, al tratarse de un personaje masculino, la sensación hubiera sido distinta…
Todo se ha contado ya de esta serie, pero para quien tenga la suerte de no haberla visto y poder disfrutarla estos días, Fleabag (Phoebe Waller-Bridge; 2016-2017) gira en torno al rol de un personaje femenino que destaca por llamar a las cosas por su nombre. Una mujer en una continua encrucijada por problemas laborales y personales.
La protagonista es una mujer brillante, con muchas aristas, que no teme a la reconstrucción. Es capaz de analizar tanto a los demás como a sí misma y no echar balones fuera. Lo que acerca a este personaje, aunque en algunas ocasiones se equivoque, es su extrema sinceridad. Disfruta del sexo o se queja de un mal polvo, puede lamentarse de la afectividad mal entendida al mismo tiempo que llega a enternecer por su alto grado de lealtad, siendo vehemente y reivindicando, siempre, lo que es justo.
Para algunos ella sería la nota discordante en una conversación. Se equivocan al pensar que es esa amiga criticona o ese familiar que no debe tomarse la segunda copa para que no te de la noche. Se equivocan porque estamos ante una alumna aventajada que te da el mejor de los consejos.
Hay una escena preciosa en la última temporada mientras está con su padre en un desván: él le comenta que puede que no encuentre lo que busca a nivel emocional porque, en ese sentido, es la mejor de la familia. La protagonista, que por cierto, no tiene nombre, es esa amiga que se decanta por el camino correcto, se cuestiona permanentemente aquello en lo que cree y te incita a tomar la mejor decisión.
A favor: su sinceridad.
En contra: nada. No ver al personaje en una tercera temporada.
Dietland: la mujer que eres y la que te dictan ser
Dietland (Marti Noxon; 2018) era una serie de mujeres que pasó a mejor vida. Aunque sea poco conocida es interesante verla para tratar temas como el feminismo desde diversas capas. Tratarlo desde un enfoque de comedia negra es de lo más acertado.
No podría hablar de un único rol de la mujer porque todos los personajes son relevantes. Son personajes que, en mayor o menor medida, han sufrido la tiranía contradictoria de una sociedad enferma. Temas tan dispares como la discriminación por el aspecto físico (una protagonista con sobrepeso que en el fondo parece aspirar al canon instaurado) y aspectos tan serios como abusos de diversa índole.
Creo que es imposible resumir los roles de las mujeres que nutren esta serie. Es muy interesante porque también se reflexiona sobre el feminismo mal entendido, el uso que, por ejemplo, hacen las revistas. Y es que hay quien se aprovecha de los discursos.
¿Te has encontrado ante el chico que da lecciones sobre vocabulario feminista sin practicar la responsabilidad afectiva? ¿Te has topado con chicas que proclaman el feminismo no practicando la sororidad? ¿Hasta dónde llega la venta de carne? Si la respuesta es sí, esta es tu serie.
A favor: vislumbrar, a través de ellos, las diferentes capas de un tema como el feminismo.
En contra: no entrar más concienzudamente en la idiosincrasia de cada uno de los personajes y que el espectador se quede solamente con la premisa.
The Marvelous Mrs. Maisel: la mujer adelantada a su tiempo
Para terminar, otro título que todo el mundo conoce y que hace unos años se cobijaba, con timidez, en Amazon (duró poco tiempo). Destaca, en esta última temporada, el apabullante gasto en producción, los movimientos de cámara, la música, el tratamiento del color… Es una serie que, capítulo tras capítulo, da una lección de cine.
Maisel (Rachel Brosnahan) es la materialización de una mujer valiente que va descubriendo su camino con todo en contra: la época, la sociedad y la familia. En el mundo laboral es la Joana Biarnés de la ficción. Abandona la idea de ser una mujer abnegada y persigue el sueño de ser, en los años cincuenta, comedianta.
Ideas a subrayar: el papel de la familia y el papel de su marido.
Para reflexionar es cuestionable el papel inicial del marido, que no se alegra del todo por el éxito de su mujer. Y es que él también sueña con iniciarse en el mundo del espectáculo. ¿No es eso una pareja, apoyarse y alegrarse por los logros? ¿El sueño de él debe estar por encima de el de ella?
También resulta en cierto grado cómico el trato que tiene con sus hijos. Lejos de ironizar sobre si necesitarán o no terapia en el futuro (ella parece que no se siente muy identificada con el papel de madre), sí hay un tema que tratar con cierta seriedad. Mientras Miriam triunfa a nivel profesional, su (spoiler) exmarido se queda al cuidado de sus hijos. Solo hay que darle una vuelta y pensar en todas esas mujeres que asumían el cuidado de los niños en favor de la carrera profesional de sus maridos…
Destacaría también otro personaje: el de la madre, Rose Weissman (Marin Hinkle), que cree abogar por lo que ella entiende como rectitud, recriminando la actitud de su hija. Capítulos después, Rose terminará explotando y abandonado a todos huyendo a Francia para ser la mujer que siempre quiso ser. ¿Cómo sería, hoy día, una mujer adelantada a nuestro tiempo?
A favor: The Marvelous Mrs. Maisel (Amy Sherman-Palladino; 2017-actualidad) es maravillosa. Parece que los personajes masculinos cambian de perspectiva.
En contra: …
Os dejo a continuación una mini lista de Spotify relacionada con el tema. En otra ocasión serán lecturas, porque hoy me han enseñado una palabra nueva: libresca, persona a la que le gustan los libros.
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