La hermandad del Antiguo Testamento – 28 de febrero

Víctor García Guerrero1 marzo, 2024

Los seguidores de Bolsonaro se manifiestan con dos banderas: la de Brasil y la de Israel. ¿Por qué lleva una bandera de Israel? Le pregunta en Río una periodista a una manifestante. Porque somos cristianos. Pero usted sabe que Israel no es un país cristiano, ¿verdad? Israel está de nuestro lado. Nosotros no somos comunistas. Hay una fraternidad global que hace abstracción de las circunstancias del martirio del hijo humano de Dios y la vocación universal del cristianismo frente al pueblo elegido del judaísmo. La hermandad es geopolítica y económica, y usa la teología como excusa, como un neumático espiritual frente al enemigo rojo y diabólico de los elegidos de Dios y el Capital.

En Brasil, el adversario es Lula: creyente, pero socialista. Y además denuncia los crímenes y el genocidio del sionismo en Gaza. Es un anticristo. Llevan años llamándolo así. En las últimas elecciones brasileñas, los bolsonaristas llegaron a decir que tenían pruebas de que había hecho un pacto de sangre con el diablo. También difundieron bulos sobre supuestos abusos de la izquierda con niños y menores. La mentira con la infancia también los conecta con los apologetas de la colonización y la destrucción de Palestina: los árabes quemaron a niños en hornos, decapitaron bebés, asesinaron a embarazadas. La mentira no es pecado en el altar de lo que llaman libertad.

El argentino Milei ha repetido su lema grosero en la reunión de la derecha estadounidense que prácticamente ha consagrado a Trump como candidato a la Casa Blanca. Milei estuvo antes en Jerusalén, donde tuvo un ataque de histeria frente al muro de las lamentaciones. La reacción trumpista lo enaltece porque corta servicios públicos para reducir el déficit. Cumple con el credo. También estuvo en esa reunión un representante de la católica España. Su interpretación romana de las escrituras es compatible con la de evangélicos y sionistas creyentes porque conecta a través de las cuentas bancarias: el libre flujo de dólares, propiedad y fe.

El antiguo testamento reúne a las tribus del dios dinero. Por eso el papa Francisco es un enemigo: «representante del maligno en la tierra», definió Milei. Los tiempos salvajes del siglo XXI están sedientos de combate y no comprenderían el sincretismo pacifista del añorado Leonard Cohen. Escribió Suzanne en 1966: «Jesús era un marinero cuando caminaba sobre las aguas… y todos los hombres serían marineros hasta que el mar los liberara». Hoy los predicadores no hablan a la humanidad porque han decretado la guerra de todos contra todos. Solo prometen la salvación a quien pueda pagársela y esté dispuesto a escalar el cielo sobre el genocidio de los pobres.

Extramuros es una columna informativa de Efecto Doppler, en Radio 3.