La maldad tiene píxel
Si existe un héroe tiene que existir un villano. Por supuesto, los videojuegos no están exentos de ellos. Como medio creativo con historias de fondo (no entrando a valorar si estas son muy profundas), sus personajes suelen responder a un arquetipo clásico (salvadores del reino, princesas, aventureros y tiranos que ansían dominar el mundo). Al tratarse de juegos, el malo es un obstáculo para acabar dicho juego o una barrera a superar para completar una fase. Incluso los juegos modernos replican esta máxima, aunque no parece haber un representante que iguale a los grandes villanos que dictaron el modelo de antagonista a seguir. A continuación, ignorando a aquellos villanos o malos de cine, cómic o similar que han sido adaptados, nos embarcamos en un breve recorrido de algunos de sus máximos representantes.
Bowser
Probablemente el primer villano reconocible, con el permiso de Donkey Kong. Enemigo acérrimo de Mario y fijo en la serie de videojuegos del fontanero de Nintendo, se trata de un dinosaurio-tortuga-dragón que pretende raptar a la princesa Peach y hacerse con el dominio del Reino Champiñón (esta frase podría estar inspirada completamente en un viaje de LSD).
El personaje no tiene muchas vueltas respecto a su profundidad, aunque con el tiempo se ha expandido e incluso se le ha dado una personalidad. Es uno de los malos que funciona como un obstáculo final, apareciendo al final de una fase o para completar el juego. Con Super Mario Bros: la película (2023) se ha buscado una personalidad desde el tono humorístico. Obsesionado con conquistar a la princesa, aunque sea a la fuerza, es mezquino y terriblemente iracundo. Excepto el detalle de Peach, es un personaje plano, como el propio Mario. Eso sí: tampoco es que sea necesaria más complejidad para su función, así que en ese sentido cumple poderosamente su labor.
Respecto a otras apariciones del personaje en videojuegos y series, decir que su personalidad y objetivos no son muy diferentes a los ya señalados. Es un villano arquetípico que desarrolla un plan basado en alguna parodia a una película o libro. Desde Drácula a Godzilla. Como anotación, decir que sus sicarios son malos del Super Mario Bros 2. También señalar que el Bowser de Super Mario RPG recibe un cierto resquicio benigno, ya que se unirá al propio Mario para derrotar un mal mayor; o sea, se da a entender que aunque es malo también tiene su corazoncito.
Robotnik
Igual que el anterior, Robotnik o Eggman (depende de donde seas: en España el primero y en Japón el segundo) es el villano de otra mascota; en este caso del Sonic de Sega. Se trata de un científico loco cuyo objetivo es convertir a los animalitos más monos en robots homicidas, lo que nos recuerda a otro mad doctor esencial de los viejugos: el Doctor Willy de Megaman. Su aspecto de huevo orondo y sus gigantescos bigotes son seña de identidad, aunque ha ido ganando estilización con los años. Según comentan, inicialmente podría estar basado en la imagen de Theodore Roosevelt.
De nuevo, también funciona como delimitador de fase, siempre montado en alguno de sus cachivaches de destrucción preparado para aniquilar al erizo azul. En cuanto a sus características personales, poco hay que señalar: es un científico malvado que quiere encontrar las esmeraldas del caos, unas gemas que dan poderes a quien las posea para dominar el mundo y convertir en criaturas mecánicas a todos los seres vivos y gozar así de una población de esclavos sin mente. Vamos, Robotnik for president! Con el tiempo ha llegado a colaborar con Sonic cuando le ha beneficiado y lo considera una especie de rival digno o que da sentido a su vida. Incluso se rumorea una posible amistad pasada entre los dos.
Robotnik también ha tenido su aparición cinematográfica, esta vez representada por un actor de carne y hueso, Jim Carrey, que más allá de la calidad de la película parece un acierto por el histriónico que demanda el personaje. En lo referido a otras encarnaciones, resaltar que su presencia en la serie de animación es la de un personaje narcisista al extremo (lo que quizás sea lo más divertido), a parte de ser quien proporciona los consejos morales de Sonic. Como si fuera un emperador romano, Robotnik da rienda a su culto a sí mismo con acciones absurdas, como crear un cómic con él como protagonista, declarar un día en su honor, darse ascensos por la cara y utilizar una varita mágica para crear estatuas con su efigie. Todos sabemos que a pesar de que es un ser ficticio, esta autopromoción es algo propio de personas de bien totalmente reales.
Ganondorf
Otro de los grandes. Villano de la serie Zelda, pero no de Zelda de Link, porque Link es el protagonista de Zelda aunque no aparezca en el título y Zelda es la princesa a rescatar por Link. Vamos, un lío.
Ganon o Ganondorf es una especie de ser porcino en su origen, que luego se volvió un tipo musculoso verde con una pinta de genio de las Mil y una Noches con el pelo rojo. Se supone que Ganon es una de las formas alternativas de Ganondorf, ya que es un cambiaformas consumado. La realidad es otra: parece ser que la cosa fue ganando en seriedad y necesitaban una imagen de villano menos cartoon y más macarra.
A diferencia de los dos anteriores, Ganon no es un delimitador de fase, si no que es el mal final a derrotar para completar el juego. Podríamos decir que es muchísimo más poderoso que sus colegas de profesión: se trata de un mago experto poseedor de la trifuerza y que solo puede ser herido por unos objetos mágicos en concreto. O sea, que es prácticamente inmortal.
No hay mucha novedad en su personalidad como villano de videojuego: es malo malísimo y quiere conquistar el mundo. Como era de esperar, con el tiempo se le presupone un pasado trágico que la verdad no merece la pena ni mencionar, porque es innecesario, excepto para contentar el público generalista que pide siempre explicaciones a las historias de arquetipos que no la necesitan para ser molones.
Drácula
Dije que no iba a mencionar villanos de cine o literatura que han aparecido en videojuegos, pero en el caso de Drácula podemos hacer una excepción, ya que es el villano principal de Castlevania, una de las grandes sagas de videojueguiles.
En su primera aparición está inspirado en el que encarnaba Christopher Lee en la Hammer. Y como Ganon, es el malo que tienes que vencer en la fase final para acabar el juego y ver la pantalla de «Thank you for playing». También ha sufrido un cambio de apariencia constante relacionado con las diferentes apariencias del vampiro a lo largo de los años y las modas en los videojuegos: desde el look clásico con capa y pelo peinado hacia atrás, hasta el personaje señorial de melena blanca que quizás recordamos más, también gracias a la serie de animación de Netflix.
Y hablando de la serie de Netflix, podríamos decir que el propio Drácula es el mejor personaje de la misma. Expande el trasfondo del personaje y le incorpora unas grandes reminiscencias a la Bella y la Bestia. Además, anulando prácticamente la esencia vampírica del personaje y le hace una especie de ermitaño, inventor y erudito. Por cierto, mencionar también la gran labor de doblaje de Graham McTavish.
En el videojuego, a diferencia de los otros villanos ya mencionados, tiene una historia bastante extensa y que ha ido evolucionando con la nuevas versiones de Castlevania: de monstruo terrorífico al principio a monstruo menos terrorífico que cuestiona los motivos de los humano para, en Lord of Shadows, volverse directamente el protagonista y no el enemigo a batir.
Sefirot
Vamos con el villano más moderno de la lista. No es exactamente el enemigo del Final Fantasy VII, pero Sefirot sí que es el más reconocible. Por su apariencia matrixera, su larga melena plateada y su espada masamune, enseguida se ganó su lugar en la saga. Se trata de un soldado perfecto que odia a la humanidad, porque… cosas: podemos resumir sus motivaciones en que soy un emo chungo que echa la culpa de sus problemas a los demás. Además, tiene un fuerte complejo de dios que lo hace un típico villano de JRPG y de lo que sería un manga Shonen.
Es servidor de Jenova, una entidad alienígena super poderosa que quiere también destruirlo todo, y enemigo de Cloud, el protagonista de Final Fantasy VII. Viene a ser el reflejo oscuro del héroe y un qué hubiera pasado si Cloud no tuviese amigos. Como nos vamos a limitar a su aparición en el Final Fantasy VII, decir que su plan es lanzar una catástrofe espacial (llamada Meteorito) sobre el planeta para, sí, lo habéis adivinado… destruirlo. Sefirot está abonado a la palabra destruir.
Tiene apariciones en otras franquicias que no son Final Fantasy, como Kingdom Hearts y Super Smash Bros. Y siempre que ha hecho acto de presencia ha causado ondas en la disposición de los fans a adquirir un videojuego. Un motivo por lo que suelen controlar tanto sus apariciones, incluso dentro de la franquicia original. Su presencia es un reclamo poderoso y no se utiliza en vano.
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