Seguir los pasos de Todos los hombres del presidente no resulta sencillo. Es fácil caer en la tentación de quedarse en el mundo del periodismo y sus ramificaciones, un terreno tremendamente fértil que ya hemos visitado en paradas de nuestro cinefórum como El gran carnaval y Network (Un mundo implacable). Todas ellas grandes cintas a las que la obra de Alan J. Pakula añade un elemento clave: la conspiranoia.
Las conspiraciones han sido terreno abonado para grandes películas como la que nos ocupa. En manos del Brian De Palma de inicios de los ochenta, aquel que estaba preparando el ascenso a la fama inmortal de la mano de El precio del poder (más conocida por su título original Scarface), lo importante pasa a ser la imagen y el sonido, la reflexión sobre la propia naturaleza fílmica.
Con un ojo puesto en la Blowup de Antonioni y otro en La conversación de Francis Ford Coppola, la película consigue lo más difícil: dar la talla ante semejantes referentes. Lo hace gracias a un Travolta cuyo carisma se come la pantalla y a una trama cuyos giros nunca nos cansan. Es cierto que en el tramo final se nota un cierto agotamiento de la fórmula, pero entonces Brian de Palma convierte la cinta en un thriller en estado puro y nos regala algunas escenas llenas de tensión de las que le convirtieron en una estrella.
En el fondo, es fácil ver en Impacto la culminación del primer Brian De Palma, aquel que en 1981 estaba a punto de ponerse al mando del rodaje de su obra maestra. Después llegarían Los intocables, Atrapado por su pasado, Misión imposible… Películas que cimentarían su carrera y le llevarían por un camino que se alejaba del autor de culto que paseaba entre referencias cruzadas y adoraba al giallo, el slasher y el cine de género en todo su esplendor. Impacto fue, a su manera, el canto del cisne de un cine impulsivo y a contracorriente, una manera de entender el thriller y el propio evento cinematográfico plenamente única y que muchos trataron de imitar, pero nadie consiguió igualar.
Por cierto, merece la pena dedicar unas líneas a destacar el final de la película, que no vamos a destripar. Tal vez las últimas escenas de Impacto sean en realidad la última carta de amor de Brian de Palma a un cine que abandonaba definitivamente y que identificaba con la entrega del Jack Terry de Travolta. Entendido así, el tramo final de la película gana en resonancia y mensaje, haciéndonos pensar que tal vez a estas alturas seguimos infravalorando lo que significó aquel primer Brian De Palma.
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