Falso amor de algoritmo – 2 de septiembre
MuslimMatch es la primera aplicación solo para musulmanes que buscan pareja. Ya tiene tres millones de descargas. Su eslogan: Muzmatch, «queda con musulmanes solteros». Promete que es halal y divertida. Halal: conforme a la ley islámica; se puede filtrar a los usuarios según secta, etnia, vestimenta o el número de veces que rezan. Los responsables del software aseguran que han generado sesenta mil bodas. El precio: toda tu información personal, movimientos y contactos. El perfil de Hamidah Rahmani (tal vez real, quizá todavía soltera) le da cinco estrellas. Hamidah escribe: «me estoy enamorando de esta app».
El mundo se ha enamorado de las aplicaciones, que distinguen por clase, sexo y religión. Y por edad. De las tres mil quinientas millones de apps que se van a bajar este año, las más buscadas serán juegos. Después, TikTok: la aplicación de origen chino tiene ochocientos millones de usuarios, menores de 35 años en su mayoría. Me la bajo. Abro: únicamente me pregunta por mis intereses: vida cotidiana, comedia, animales, belleza y estilo, deportes, comida, educación, drama, automóviles, familia, fitness, baile, manualidades, hogar y jardín… El mundo según TikTok. Elijo amor y citas. El primer vídeo que salta es de un tío haciendo parkour. Salto casi al vacío.
Donald Trump ha declarado TikTok una «amenaza para la seguridad nacional» de Estados Unidos. Según la Casa Blanca, los datos que recopila TikTok podrían permitir a China rastrear a los empleados del gobierno de Washington y luego chantajearles y espiar. Trump no quiere destruir TikTok sino que cambie de manos. Por eso favorece que Microsoft y WalMart, la gran cadena de supermercados, se hagan con la app: la calculadora y el tendero sí podrán acceder y juguetear con gustos, intereses y amores adolescentes. No está en juego la libertad, sino su propietario, y aquí lo que es bueno para General Motors, es bueno para Estados Unidos.
El filósofo Pablo Huerga ha ensayado una teoría materialista de la mentira. Tesis: el engaño nos hace humanos. Advertencia: la era de la postverdad puede convertirnos en esclavos sin esperanza. Saber es prever, anticipar los movimientos del engañado. Eso hace el big data que regalamos: alimentar a un dios previsor, poderoso robot capaz de construir mentiras sin escapatoria. La verdad es el hecho. La humanidad ha mutado en comunidades de usuarios, actores previsibles que acarician las pantallas del mago de Oz. A cambio las apps regalan amor: halal, bendecido… falso como la pasión del algoritmo y eso que llaman libertad.
- Basura electrónica, plagas del pasado presente – 28 de noviembre - 29 noviembre, 2024
- El crimen gobierna en Haití – 21 de noviembre - 22 noviembre, 2024
- Naves de guerra, monstruos silenciosos – 14 de noviembre - 15 noviembre, 2024