Los orígenes de la ciudad de Glasgow se remontan al siglo VI, tiempo en que los misioneros llegaron hasta estas tierras y construyeron la primera iglesia. La catedral que podemos ver hoy en día fue edificada sobre aquella.
En un principio, la ciudad prosperó despacio, hasta 1175 cuando se creó el burgo de Glasgow, un lugar clave en los posteriores acontecimientos de la incipiente Gran Bretaña. Su desarrollo también trajo consigo un florecimiento de la cultura, sobre todo en cuanto a estudios religiosos, y en 1451 se funda la prestigiosa Universidad de Glasgow, la cuarta en importancia del Reino Unido. La atmósfera cultural que desarrolló la ciudad estaba propiciada por la abundancia de teatros, escuelas y academias. Otra de las facetas claves en su desarrollo fue protagonizada por el puerto, que desde que se firmase el Tratado de la Unión en 1707, tuvo el tráfico garantizado con América. Desde ese momento, los cargamentos de azúcar, ron, tabaco y algodón ayudaron a muchos habitantes de la ciudad a amasar grandes fortunas.
La llegada de la máquina de vapor, creada por James Watt, despejó el camino para la Revolución Industrial, en la que sobre todo proliferó el sector textil. En el año 1835, los astilleros de la ciudad producían cerca de la mitad de los barcos de vapor de Gran Bretaña. Las cosas se torcieron tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la población quedó diezmada debido a la emigración masiva, lo cual trajo la bancarrota para la mayoría de las empresas e industrias. Los altos niveles de desempleo y el hecho de que sus fábricas se estuviesen quedando anticuadas fueron duros golpes para la economía de la ciudad.
Con la llegada de 1980, las autoridades emprenden una campaña de renovación urbanística con objeto de atraer al turismo, a la par que se trataba de renovar las industrias más importantes. El plan funcionó y hoy en día Glasgow es uno de los principales lugares de interés para los turistas, habiendo recuperado su antiguo esplendor económico.
El Rangers Football Club es uno de los dos clubes de fútbol más conocidos de la ciudad. Superados los problemas financieros que le llevaron a la bancarrota, en la temporada 2016-2017 retorna a la élite alcanzando la Scottish Premier League, máxima división escocesa. Al equipo se le conoce como los Gers, Teddy Bears, Blues, Light Blues o Glasgow Rangers (aunque la referencia a la ciudad no formaba parte del primer nombre oficial del club), y a sus hinchas como los bluenoses (puritanos).
El Rangers ha ganado más campeonatos de liga y tripletes que ningún otro club en el mundo: 54 ligas, 33 Copas de Escocia, 27 Copas de la Liga escocesa; ha ganado las tres competiciones en una misma temporada siete veces. Fue el primer equipo británico en llegar a una final de un torneo organizado por la UEFA, además de ganar la Recopa de Europa en 1972 tras ser subcampeón en 1961 y 1967. Además, fue subcampeón de la Copa de la UEFA en la temporada 2007-08. El Rangers es uno de los protagonistas de la eterna rivalidad con sus vecinos del Celtic, F.C. (Old Firm).
Fundado en 1872, el Rangers es uno de los diez miembros originales de la Liga Escocesa de Fútbol y se mantuvo en la primera categoría hasta que en 2012, debido a problemas económicos, el club fue liquidado y por ende dejó de competir. Fue renombrado como The Rangers Football Club y empezó a competir en la cuarta categoría. Gracias a sus buenas campañas deportivas ascendió dos categorías en tres temporadas.
Su estadio es Ibrox Park y se ubica en la zona sudoeste de la ciudad. Inaugurado en 1899, tiene el honor de ser el feudo con el mayor número de asistencia de espectadores en la historia del Reino Unido. Pero también es conocido por la tragedia: los conocidos como «desastres de Ibrox», en 1902 y en 1971. Actualmente está remodelado por completo y ha sido renombrado como Ibrox Stadium. El Ibrox Park original fue construido según el modelo de la mayoría de los estadios escoceses de la época, con una pista de carreras ovalada alrededor de la cancha, un pabellón y graderías en uno de los lados. Tenía una capacidad de 40.000 espectadores.
Por aquel entonces, Celtic Park, Ibrox Park y Hampden Park rivalizaban por ser la sede de la final de la Copa Escocesa y los partidos de la selección nacional. Cualquiera de estos eventos podría generar cuantiosas ganancias. Para obtener ese premio el Rangers construyó unas grandes graderías con estructura de hierro y asientos de madera detrás de las porterías, aumentando la capacidad del estadio hasta las 75.000 personas.
El 5 de abril de 1902, 68.144 espectadores se congregaron en Ibrox para presenciar el partido entre Escocia-Inglaterra. La gradería que habían construido meses atrás se derrumbó al romperse las gradas de madera y 125 personas se precipitaron al vacío. El resultado: 25 personas murieron y 517 personas resultaron heridas, debido a que algunas fueron aplastadas en el pánico causado por el derrumbe. Nadie fue culpado por ese suceso, pero obligó al Rangers a reducir su aforo a 25.000 espectadores.
Curiosamente, el Rangers contrató a Archibald Leitch, el diseñador del primer desastre de Ibrox, para una segunda remodelación en 1910. Él diseñó la expansión hasta una capacidad de 63.000 espectadores. A esas alturas, la ciudad de Glasgow tenía los tres estadios de fútbol más grandes del mundo. Hubo remodelaciones posteriores como la de 1928 y las de los años treinta. El 2 de enero de 1939, el partido de la Old Firm contra el Celtic atrajo a un récord de 118.567 espectadores. Este continúa siendo hasta el día de hoy el récord de espectadores en un partido jugado en suelo británico. Ibrox era entonces el segundo estadio más grande de Gran Bretaña.
Tras la muerte de dos hinchas en septiembre de 1961, cuando una barrera se derrumbó en la gradería 13, se produjeron más accidentes en 1967 y 1969. Pero lo peor estaba por llegar: el mayor desastre del fútbol británico sucedió dos años más tarde, después de un partido, cuando murieron 67 personas axfisiadas al ser aplastadas en la dichosa gradería 13. Era el 2 de enero de 1971. El partido terminó empate a uno, gracias a un gol de Colin Stein en las postrimerías. En principio se creyó que el accidente se debió a que los hinchas que estaban dejando el estadio antes del final volvieron a entrar al escuchar el rugido del tanto. La investigación oficial indicó que todos los espectadores iban en la misma dirección en el momento del colapso.
El desastre de 1971 dio lugar a una gran remodelación, encabezada por el entonces director, Willie Waddell, quien visitó el Westfalenstadion del Borussia Dortmund alemán en busca de inspiración. Actualmente alberga solo los partidos del Rangers y tiene una capacidad de 50.000 personas, siendo el décimo estadio más grande del Reino Unido. La selección juega en Hampden Park.
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