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Elecciones en México: 129 asesinatos políticos en campaña, otra forma de terrorismo – 27 de junio de 2018

Emigdio López Avendaño quería representar a sus vecinos de Ejutla, Oaxaca, pero unos disparos a traición cortaron su carrera política, su vida y la de dos acompañantes. Fue este lunes. Van 129 asesinatos políticos desde que empezó la campaña electoral que termina el domingo en México. 48 eran candidatos a diputados o alcaldes, tres de cada cuatro de la oposición. Emigdio llegó a grabar antes un vídeo, tras el cercado de un corral, para defender su derecho a hacer campaña porque le estaban boicoteando los carteles. «La publicidad no vota, votan las ciudadanas y ciudadanos que están cansados de esta esclavitud». Puede que la publicidad no vote en México. Las balas, sí.

El último político asesinado era del Movimiento de Renovación Nacional. MORENA es el partido de Andrés Manuel López Obrador, candidato de la izquierda para dirigir los destinos de México. «No quiero guardespaldas, quiero que me cuide el pueblo», ha dicho AMLO, quien confía más en la seguridad que le proporcionan los militantes de su partido que la que le puedan dispensar las autoridades. En México todos se acuerdan de Luis Donaldo Colosio. Era del PRI cuando sólo mandaba el PRI, y aún así lo mataron en un mitin. Fue en Tijuana, Baja California, una de esas ciudades de México donde la frontera es parte del paisaje. En Tijuana, corta la playa. La arena de Estados Unidos se llama Imperial Beach.

Una de las incógnitas sobre México es lo que va a pasar si AMLO es presidente, como vaticinan las encuestas, con relación a Estados Unidos. Porque hasta ahora la respuesta era sencilla: sumisión y humillación. Del muro al tratado de libre comercio, México y sus élites han aceptado lo que el vecino del norte les ha ido imponiendo. No se espera eso de López Obrador, que de las armas ha dicho, por ejemplo, que Washington no refuerce el arsenal existente, que ya se hizo eso con Obama, y que luego los fusiles acaban en manos del narco y las balas en los cuerpos de los mexicanos: más de cien mil asesinatos en seis años de Peña Nieto, genuflexo presidente saliente.

La esperanza de México, decía el cartel de Emigdio López Avendaño, asesinado. Y la esperanza vota tanto como el delirio o la melancolía en el llano en llamas mexicano. Como escribió Juan Rulfo: «hay pueblos que saben a desdicha». El fatalismo, la desidia, la ignorancia o la corrupción también participan en las elecciones mexicanas. Y la violencia: a más muertos, más abstención. Eso es terrorismo. Como la pobreza, que vende votos a partir de 150 pesos: seis euritos. Así ha sido hasta ahora y quién sabe a partir del domingo. «Juntos haremos historia», prometía además el cartel de Emigdio. Y, detrás, en el gallinero, dos pavos y un perro hambriento.


Notas de Extramuros es una columna informativa de Siglo 21, en Radio 3. Puedes escucharla en el siguiente audio y acceder al programa pulsando aquí. También puedes revisar todas las Notas de Extramuros en este tumblr.

Víctor García Guerrero
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