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Pumuki el kobold

En la mitología germana, entre los habitantes del mundo feérico y los espíritus de la tierra, existe la creencia en los kobolds, equivalente en cierta forma al trasgo celta que en ocasiones convive con los humanos en casas y establos. Estos seres ayudaban a los humanos en las tareas cotidianas a cambio de ofrendas de pan y leche, mas si se les olvidaba alimentarlos se vengarían distrayendo objetos y herramientas, causando destrozos o atemorizando a los animales domésticos. Había kobolds que habitaban las profundidades de la tierra y que boicoteaban a los mineros escondiendo las vetas de plata tras mineral de menor valor (de ahí viene el nombre del cobalto), y también algunos que preferían las costas y el mar, invisibles a la vista humana, calafateadores y buenos cantores que a menudo rescataban a los pescadores naufragados. Estos últimos kobolds recibían el nombre de klabautermanns.

Elisabeth Kaut fue una actriz, locutora de radio y escritora bávara que en la década de los cincuenta comenzó a trabajar como supervisora de programas infantiles en la radio pública de Baviera, con sede en Munich. En 1961 creó la radionovela Meister Eder und Sein Pumuckl (El señor Eder y su Pumuki), que se convirtió en un gran éxito en la república de Bonn. En 1965 se publicó la primera de las once novelas de historias cortas sobre Pumuki, en la que por primera vez aparece la imagen ilustrada del famoso kobold, obra de la ilustradora Barbara Van Johnson; en 1979 se estrena el primer largometraje, de mismo título que el programa de radio. Tras la película llegó el éxito internacional en forma de serie para televisión, grabada en 1982 en coproducción con Hungría.

A principios de 1985, Televisión Española anunció sesenta y cinco novedades para la temporada:  Auambabuluba Balambambú sería un programa musical conducido por Carlos Tena; mientras, Pedro Ruiz se presentaría con el magazine humorístico Como Pedro por su casa; Eva Nasarre presentaría En marcha; veríamos el primer programa de Metrópolis; el primer episodio de David el gnomo; y la primera edición de Si lo sé no vengo, con Jordi Hurtado. También sería el año del estreno de Pumuki, un klabautermann que llega a Baviera, donde no hay mar, y desorientado y perdido decide refugiarse en el taller de un viejo ebanista. Revolviendo entre sus pertenencias se queda pegado a un bote de cola. Según dicta la ley de los kobolds, si uno llega a ser atrapado por un humano quedará ligado a este, volviéndose visible para él y obligado a convivir y servirle.

El maestro Franz Eder, amable y prolijo, acepta con ternura al kobold, al que ve como un niño, y capítulo tras capítulo trata de educarle, enseñarle las normas de los humanos y tolerar su espíritu caprichoso, travieso y en ocasiones egoísta. Pumuki es en cierta forma ajeno a las necesidades terrenales y su moralidad, no necesita comer ni le afectan el frío o el dolor, es ladrón y embustero en ocasiones; pero cuando su humano le hace entrar en razón es capaz de sentir remordimiento e intenta reparar el daño causado. A veces se aburre y aprovecha cuando el maestro Eder se ausenta a tomarse una cerveza para escaparse y meterse en más líos.

Tras el éxito internacional de los primeros veintiséis capítulos, en 1988 se grabó una segunda temporada de la serie. A lo largo de las últimas décadas se creó un musical basado en el personaje, se filmaron dos largometrajes más, se creó un programa de televisión llamado Pumuckl TV que estuvo en emisión hasta 2007, e incluso hubo una tercera temporada de la serie, esta vez desarrollada en un barco, en la que Pumuki interaccionaba con el cocinero de a bordo, con menor repercusión.

Tal vez Pumuki no haya sabido adaptarse a los nuevos tiempos: a pesar de ser un ser mágico adulto, ver a un personaje con apariencia de niño aficionado a embriagarse con cerveza, en un entorno en que es habitual ver a los adultos fumar, que roba, desobedece y se muestra ajeno a las normas sociales, puede que sea demasiado políticamente incorrecto para los tiempos que corren. Para quienes no conocieron o se olvidaron de que hubo otros.

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Un comentario

  1. Tb están los kobolds en dragones y mazmorras que al principio eran seres perrunos y luego dragoncitos de dos patas. Pumuki era un cabroncete entonces.ya no me acordaba

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