«Viaje alrededor de mi habitación» o la introspección de Xavier de Maistre

Víctor Muiña Fano17 abril, 2023

Viaje alrededor de mi habitación Xavier de Maistre

¿Es viajar un anhelo innato del ser humano? ¿Tenemos, todos, la necesidad de explorarnos (re)descubriendo un pedazo del mundo? Es difícil de decir. Quizá sea algo que solo le sucede a quienes traten de responder este tipo de preguntas; a quienes se logran aburrir, un poco o mucho, escapando por un momento de la necesidad de producir. Ese debió ser el caso de Xavier de Maistre, prerromántico francés y hermano del filósofo reaccionario Joseph de Maistre, que decidió aprovechar un arresto domiciliario en 1794 para ir de paseo por el mundo, pero sin salir de su mente. Partió pertrechado tan solo con una pluma, un cuaderno y algo de ingenio. Pero ligero solo viaja quien ha disfrutado una vida en la que otros soportan las cargas.

Xavier de Maistre se había exiliado de la Francia revolucionaria y vivía preso en su propia casa cuando escribió Viaje alrededor de mi habitación. Fueron 42 días de encierro como castigo por su participación en un pequeño duelo ilegal. Mucho tiempo para un aristócrata saboyano de finales del XVIII: aquellos tipos no solo eran los dueños del mundo, sino que sentían que algo o alguien estaba intentando arrebatárselo. El resultado fue un pequeño libro que navega entre la ficción y el ensayo y entre el diario y la literatura de viaje; una obra que arranca con un arrebato de orgullo nobiliario («¿Era acaso para castigarme por lo que me habían relegado en mi cuarto, en esta comarca deliciosa que encierra todos los bienes y todas las riquezas del mundo? Tanto valdría desterrar a un ratón en un granero») y que, sin embargo, página a página, se convierte en una dulce disección de la mente propia; una que legó a la posteridad todos los anhelos que caben en la cabeza de un privilegiado.

Quizá por eso el paso del tiempo ha sido amable con una obra aparentemente, solo aparentemente, menor: su público objetivo es el que tiene la voluntad, y quizá también la capacidad, de imponer su relato. En él encontramos la exploración de los recovecos que aparecen en la realidad de un tipo como Maistre, capaz al menos de desafiar, siquiera moderadamente, algunas ideas propias y preconcebidas: demonios, quizá haya personas que viven seriamente limitadas por sus circunstancias; efectivamente, es posible verse reducido a buscar el propósito de la vida en la imaginación. Casi sentimos en directo cómo aquel novísimo concepto del que todo el mundo hablaba al otro lado de la puerta se instala en la mente del escritor, contaminándolo para siempre: libertad, esa palabreja inaprensible que vertebra este librito y, también, la Historia Contemporánea.

Por un momento, Xavier de Maistre camina al borde del sumidero por el que han caído todos los ricos de la historia que han admirado la vida sencilla de los pobres; por un momento, también, conectamos con el amor que le profesa a su perrita, a la que sin embargo pasea diariamente el criado que le mantiene con vida y conecta con el mundo. Pero hay algo más en Viaje alrededor de mi habitación: es un canto a la imaginación, una oda a la creatividad y un homenaje al poder de la voluntad como herramienta que moldea el mundo. Es la verdad de un cínico que, con toda seguridad, ni siquiera se habría sentado a escribir si hubiera podido seguir burlando doncellas, librando duelos y luchando contra la revolución. O mejor digamos LA revolución, porque todavía no ha triunfado otra.

Quizá por eso el pequeño y delicioso libro de Xavier de Maistre cayó de pie en la historia de muchas literaturas. Aunque sepamos que eso tiene mucho que ver con la posición desde la que escribió (desde el centro de un mundo que a él debió parecerle decadente), en su obra sentimos el nacimiento de una época que, desde entonces, no acaba de morir. Y es que «todo va hacia la muerte y la eternidad… Todo va a concluir. Por eso puede uno reírse, llorar o las dos cosas a la vez». Esas son, al fin y al cabo, las opciones que todos manejamos durante el pequeño arresto de nuestras vidas.