Bretaña, Breizh en bretón y Bertaèyn en galó, es una de las regiones administrativas del noroeste de Francia. Tradicional e históricamente se extendía por los actuales departamentos de Finisterre, Costas de Armor, Morbihan, Ille y Vilaine y Loira Atlántico.
El nacionalismo bretón lo ha reivindicado tradicionalmente como territorio histórico junto a los territorios del departamento de Loira Atlántico, que perteneció a la Bretaña histórica y actualmente pertenece a la región de los Países del Loira. No obstante, la reforma territorial francesa de 2014 no afectó a la delimitación de la región, que fue una de las cinco que no cambiaron.
En la Prehistoria, los antiguos bretones fundaron la Armórica, cuyo nombre evoca a «la tierra del mar». Entre el año 3.000 y el 1.800 a.C. aparecen los primeros agricultores sedentarios; fueron ellos quienes construyen los famosos dólmenes y menhires megalíticos de la región.
Durante la Edad del Bronce, los armóricos comerciaron con joyas y orfebrería con sus vecinos: escandinavos, germanos, íberos, etc. En el Siglo V a.C., en la Edad de Hierro, los celtas, un pueblo germánico proveniente de Europa central, invaden la región con su nuevo metal y provocan un importante desarrollo militar. Traen con ellos una nueva lengua y una serie de costumbres que dan origen a los pueblos galos, tal y como fueron llamados luego por los romanos.
En el año 56 a.C., Julio César invade la región, que pasa a ser provincia romana: la Galia Lugdunensis. Tras la retirada de los romanos, Gran Bretaña, invadida en el siglo V por los anglosajones, inicia una emigración inmensa hacia la zona, cruzando el Canal de la Mancha y llegando a la península, que pasa finalmente a llamarse Bretaña. En adelante, sus habitantes serán bretones.
Arranca una nueva organización política y religiosa, con la inserción del cristianismo romano de los irlandeses en la región. De esa época viene la leyenda del Rey Arturo. En los Siglos VII y VIII se forman varios principados, hasta que caen todos bajo el poder de los francos con el reinado de Carlomagno. En 846, el duque Nominoé consigue, tras varias batallas, la independencia de Bretaña.
En 922, Geoffrey, conde de Rennes, se proclamó duque de Bretaña. En 1066 Guillermo el Conquistador, rey normando, invade Inglaterra, donde los normandos franceses permanecerán durante más de cuatrocientos años. Dos mil bretones le acompañaron en su conquista.
En 1171, el ducado de Bretaña pasó, a través de una alianza matrimonial, a Geoffrey Plantagenet, príncipe normando e hijo de Enrique II de Inglaterra. Para entonces, la capital del ducado era Nantes. Los siglos XIV y XV marcarán el apogeo de la civilización bretona.
Después de largos períodos de lucha con los franceses, hacia el fin del siglo XV la Duquesa Ana de Bretaña acepta casarse con el Rey de Francia, Carlos VIII. En 1532, Bretaña pasa a ser finalmente territorio francés, como herencia de la alianza matrimonial. La capital, a partir de entonces, pasa a ser Rennes.
Rennes, Resnn en galó y Roazhon en bretón, está a unos trescientos kilómetros al oeste de París. La población tiene una gran importancia a nivel político como capital de la región de Bretaña y del departamento de Ille y Vaine. Es la decimoprimera ciudad francesa, con más de doscientos mil habitantes. Además, Rennes es conocida como ciudad estudiantil, con un importante porcentaje de su población que acude durante el curso académico a vivir en ella para formarse.
Guingamp, Gwengamp en bretón, se encuentra en el departamento de Côtes-d’Armor. Su población tiene tan solo siete mil habitantes, pero alrededor de su núcleo poblacional se organizan otros como los de Ploumagoar, Pabu, Grâces, Plouisy y Saint-Agathon. Esta llamada Communauté de communes de Guingamp llega a los veinte mil habitantes.
A pesar de la abismal diferencia de tamaño de las dos poblaciones, ambas rivalizan desde los años 70 por la hegemonía del balompié bretón. El Stade Rennais F.C. y el E.A. Guingamp disputan el Derbi Bretón, que traspasó fronteras con las finales de la Copa de Francia de 2009 y 2014, disputadas en el Stade de France parisino.
Su rivalidad trasciende lo futbolístico, reproduciendo el enfrentamiento entre lo urbano y lo rural, la oposición entre los bourgeois y los paysans; entre la Alta Bretaña y el galó, la lengua latina propia de esta zona de Francia, y la Baja Bretaña y su lengua céltica.
Cabe señalar, no obstante, que la Bretaña cuenta con otros equipos que también han jugado en las primeras divisiones del fútbol francés, como por ejemplo el F.C. Lorient o el Stade Brestois. Además, dada la proximidad de Nantes, el club también se ha convertido en un gran rival del Rennes. En muchas ocasiones, en Francia también se engloban los partidos que disputan estos equipos entre los derbis de Bretaña.
El Stade Rennais, también conocido como Rennes, fue fundado en 1901 como club polideportivo. En 1904 se unió al Football Club Rennes, convirtiéndose en el Stade Rennais Université Club. Jugó sus primeras competiciones oficiales a partir de 1902 en el Comité de Bretaña, dentro de las organizaciones oficiales de fútbol francesas. En 1912, el club se traslada a un terreno situado en la Vilaine, donde se erigiría el actual Roazhon Park, que a día de hoy tiene capacidad para treinta mil espectadores.
Después de brillar en las competiciones regionales, el Stade Rennes se haría un nombre a nivel nacional al llegar a la final de la Copa de Francia en 1922 y 1935. Durante este período, en concreto en 1932, el club se convierte al profesionalismo. En la década de los años 60, bajo la dirección del entrenador Jean Prouff se convirtió en uno de los mejores equipos del conocido en Francia como l’hexagone, ganando dos veces la Copa de Francia en 1965 y 1971.
Los buenos resultados del pasado quedan muy lejos para los hinchas de los Rouge et Noir. Después de la independencia de la sección de fútbol en 1972, el club adquiere el nombre actual de Stade Rennais F.C. Desde entonces, el equipo tiene una larga travesía en lo que a nuevos títulos se refiere. Además, queda marcado por graves dificultades financieras, aunque eso no le ha impedido participar con regularidad en la máxima categoría del fútbol francés, la Ligue1. De hecho, en 2009 y en 2014 resultó subcampeón de la Copa de Francia. Lamentablemente para el equipo, perdió ambas finales ante su eterno enemigo bretón, el Guingamp. También llegó a la final de la Copa de la Liga en 2013, aunque en esa ocasión el campeón sería el histórico Saint-Etienne.
El Guingamp, por su parte, fue fundado en 1912. Su curioso nombre oficial es En Avant de Guingamp, traducible como «Adelante Guingamp», un nombre único en el fútbol europeo, porque incluye un grito de ánimo en la esencia del club. Es algo que tiene que ver con sus orígenes obreros: En Avantera fue el lema habitual del socialismo francés en los albores del siglo XX. Los colores rojo y negro también remiten alanarcosindicalismo de sus fundadores. No obstante,, el Guingamp destaca por un hecho insólito: cuenta con más abonados (unos diez mil) que habitantes en la ciudad.
Situada en el departamento de Côtes-d’Armor, a ciento treinta kilómetros de Rennes, Guingamp es la ciudad más pequeña de los habituales de la primera y segunda división francesas. Su estadio, el Roudourou, puede acoger con facilidad a toda la ciudad, porque tiene una capacidad de doce mil espectadores, ampliable a dieciocho mil.
Su historia no se entiende sin la figura del empresario Nöel Le Graët, presidente del club desde 1972 a 1991. Bajo su mandato, el Guingamp pasó de ser un club amateur a codearse con los mejores equipos de Francia. Fue presidente de la Liga francesa entre 1991 y el año 2000, alcalde socialista de la ciudad entre 1995 y 2008 y todavía tiempo para presidir la Federación Francesa de Fútbol a partir de 2011. En mayo de 2009, su club consiguió su mayor gesta al ganar por 2-1 a su rival en el Stade Rennais. El Guingamp alzó entonces su primer título, una Copa de Francia que volvió a ganar en 2014, por 2-0 y ante el mismo rival.
Centrándonos en el mundo de las gradas, hay que señalar que los ultras del Rennes se engloban tras el sello principal de los Roazhon Celtic Kop; los ultras rojinegros suelen exhibir la bandera bretona con asiduidad, además de resaltar su vinculación con la cultura céltica propia de la región. Ello les ha brindado una buena relación con la hinchada de equipos de similar idiosincrasia, como puede ser el caso del Celtic de Glasgow.
Por otra parte, los ultras del Guingamp cuentan también con un grupo hegemónico, los Kop Rouge, aunque está compuesto por varios grupúsculos con identidad propia como Armoric Clan, Red Boys o New School Gwengamp.
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Gracias por tus artículos, gran labor.