Drones en Afganistán: muerte silenciosa – 25 de septiembre
Los drones de Estados Unidos siguen haciendo la guerra y matando en Afganistán. No siempre aciertan en la caza al terrorista. Cuarenta jornaleros murieron la semana pasada porque un avión no tripulado estadounidense les lanzó un misil después de pasarse el día recogiendo piñones. Habían acampado y encendido una hoguera. La inteligencia del Pentágono los confundió con un grupo del ISIS y un hombre, o una mujer, tomó la decisión de bombardearlos. Estados Unidos no ha pedido disculpas. El error y el terrorismo se reservan para el enemigo, un concepto a veces confuso desde el cielo del dron, anónimo luchador de la guerra eterna.
Obama descubrió las virtudes de la guerra a distancia y Trump ha dado carta blanca a los tiradores electrónicos. Los drones son el arma favorita de un imperio aéreo con aversión a las botas sobre el terreno y sus incómodos ataúdes abanderados. Los funerales de campesinos afganos salen gratis, sin embargo, en ese mercado mediático donde la realidad es lo que uno quiere que sea. Gracias, Fox News. La guerra de Afganistán se terminó con la cacería de Osama bin Laden. Ese fue su último capítulo consagrado en los Oscar: Zero Dark Therty, mejor película, mejor montaje. Y mejor guion, facilitado por la CIA, central de inteligencia con derecho a matar a lomos del dron.
Afganistán salió unos meses de las cavernas mediáticas cuando George Bush Jr decidió que debía invadir el país para vengarse de la destrucción de las Torres Gemelas y aquel agujero en el Pentágono. O eso dijeron. Han pasado dieciocho años, y la guerra sigue. Medios como el New York Times mantienen una perezosa sección semanal que recuenta víctimas, ataques y atentados. La BBC se ve en la obligación de explicar regularmente por qué sigue habiendo guerra en su antiguo protectorado. Y cuánto cuesta. Afganistán es una obsesión imperial anglosajona, aunque si uno ve Rambo III pensará que el único imperio que encontró allí su cementario fue la URSS. Más milagros del cine.
Las razones para hacer la guerra en Afganistán ya se han difuminado. Estados Unidos ha negociado este año con los talibanes, hasta que dejó de hacerlo. Y el ISIS ha encontrado refugio en sus montañas después de ser expulsado de Irak y Siria: la rueda del mundo atraviesa las mismas fases una y otra vez, escribió Kipling en El hombre que pudo reinar. A la redacción llegan imágenes grabadas por un reportero local: el polvo, la sangre y esa rítmica desolación de un atentado en Kabul. Se parecen al anterior. En veinte segundos contamos víctimas, lugar y autor. De la matanza terrorista del dron de la CIA no hay imagen. Si no quieres, no matan en tu nombre
Notas de Extramuros es una columna informativa de Siglo 21, en Radio 3. Puedes escucharla en el siguiente audio y acceder al programa pulsando aquí. También puedes revisar todas las Notas de Extramuros en este Tumblr.
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