Ante la desorientación y estupefacción que supone asomarse a las complejas redes que se tejen en torno al fenómeno del Brexit, nos dejamos guiar en esta ocasión por las recomendaciones de Tom Huddleston, editor de la sección de cine de la versión británica de Time out. En una reciente publicación, Huddleston propone siete películas que giran en torno a la relación entre británicos y europeos, sobre sus diferencias y sus semejanzas, sobre un pasado y un presente compartido, y un futuro por descubrir. Es así como damos con la magnífica Vida y muerte del coronel Blimp, una cinta memorable tanto por su argumento como por su producción y sus implicaciones políticas e históricas.
Rodada en 1943, en pleno conflicto global, Vida y muerte del general Blimp narra, esencialmente, la historia de amistad entre un militar británico y un oficial alemán desde principios del siglo XX hasta la práctica conclusión de la Segunda Guerra Mundial. Partiendo de este punto, Michael Powell y Emeric Pressburguer (guionistas, productores y directores de este magno proyecto), desarrollan un relato más trascendente de lo que a priori pudiera parecer; que bucea en los entresijos de la naturaleza y las emociones humanas y su relación con el complejo mosaico de la realidad cambiante de la Europa de primera mitad del siglo XX.
Por encima de la amistad, la enemistad, la valentía, el amor o los celos, los dos conceptos últimos en torno a los cuales gira la trama son la lealtad y el cambio. La lealtad como valor del ser humano que puede superar toda suerte de vicisitudes y contrariedades; y el cambio como cualidad casi inherente al tiempo. Una palabra, cambio, que adquiere múltiples connotaciones cuando nos referimos a este período histórico: desde la guerra de los Bóers hasta la Segunda Guerra Mundial, pasando por la brecha de la Gran Guerra, los dos protagonistas se enfrentan a cambios tecnológicos, lingüísticos, estéticos, fronterizos, y políticos; pero sobre todo a cambios en las mentalidades y los ideales que condicionan la forma de entender y gestionar la paz, así como la forma de hacer la guerra.
Una virtud de Vida y muerte del coronel Blimp es la distancia que pone de por medio con el maniqueísmo, aspecto este que no gustó en su momento al primer ministro británico Winston Churchill, que se mostró abiertamente contrario a la producción de la película. En un contexto bélico, el esbozo del oficial alemán y su relación con el coronel Clive Candy (Blimp) no coincidían con los estándares germanos que se querían vender en aquel momento en las islas. De igual forma, su distribución y proyección en los años siguientes sufrió diversas dificultades, desde su prohibición durante algún tiempo, a la censura de parte del metraje. Llegaron a pasar varias décadas hasta que se pudo visionar tal y como fue concebida originalmente.
Michael Powell y Emeric Pressburger, que podrían personificar de alguna manera a los dos protagonistas de la película, formaron en su momento un extraordinario tándem creativo que influyó en toda una generación de jóvenes cineastas como Martin Scorsese, que no duda en colocar esta cinta como una de sus favoritas, así como una fuente de inspiración para su Toro Salvaje, con un paralelismo particular entre sus combates y la secuencia del duelo a espada de Vida y muerte del coronoel Blimp.
Son estos cambios en las mentalidades y en los ideales los hilos conductores de una película que no está exenta de humor, ternura y sensibilidad; una película que, a pesar de su larga duración, mantiene al espectador dentro de la historia en todo momento. Sencillamente, una obra maestra.
- Cinefórum CCCXCII: «Raftis (El sastre)» - 24 octubre, 2024
- Cinefórum CCCLXXXVII: «En nombre de la tierra» - 19 septiembre, 2024
- Cinefórum CCCLXXXII: «Fallen Leaves» - 13 junio, 2024