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Manic Street Preachers – Judge Yr’self

Existió una época anterior a que los Manic Street Preachers se convirtieran en el grupo de los izquierdistas amables, del sonido pulido, que gustan a todo el mundo. Hubo un momento en el que los Manic Street Preachers eran una banda peligrosa, guiada por un torturado Richey Edwards. Un guitarrista que no sabía tocar (se dice que en sus primeros conciertos simplemente fingía hacerlo) pero cuyas letras hablaban de los rincones más oscuros de la humanidad con una claridad aplastante.

Judge Yr’self tendría que haber sido el salto a la fama y al mercado americano de los Manics, la banda sonora del Juez Dredd de Stallone. Pero el 1 de febrero de 1995 Richey Edwards decidió desaparecer de la faz de la Tierra. Sin su guía, los galeses no se considerarían capaces de terminar la grabación de la última canción en la que había trabajado, que por aquel entonces no era más que una demo. Cuando volvieron a la palestra en 1996 su sonido era muy diferente y consiguieron asaltar el éxito entre el público mayoritario, pero el peligro que destilaban sus canciones ya era cosa del pasado.

Hubo que esperar hasta 2003 para poder escuchar la última canción de los primeros Manic Street Preachers. Entonces se recuperó para el recopilatorio Lipstick Traces (A Secret History of Manic Street Preachers) y pudimos saber que hasta el último momento ese loco y depresivo galés, fan de Juez Dredd y de 2000 AD, había estado en estado de gracia. Solamente él era capaz de convertir la canción de una película en una crónica personal que servía para exorcizar los demonios propios. Así era Richey Edwards, y así eran aquellos jóvenes roqueros que vestían de militares y hacían que la BBC amontonara protestas.

Ismael Rodríguez Gómez
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