Curva Nord Piacenza, Ultras Piacenza
Club: PIACENZA, C. 1919
Ciudad: PIACENZA (Plasencia en español) (102.687 habitantes).
Provincia: PIACENZA (Plasencia) (278.229 habitantes).
Región: EMILIA-ROMAGNA (Emilia-Romaña) (4.379.348 habitantes).
Piacenza es una ciudad de la llanura Padana, situada en la orilla derecha del río Po y que confluye con el río Trebbia y el torrente Nure. Su posición geográfica convirtió la zona en un emplazamiento estratégico hace siglos, de manera que importancia militar ha marcado su actual posición como nudo ferroviario y de las carreteras italianas.
Poblada desde tiempos muy remotos, la ciudad de Piacenza se alzó en las orillas del río Po en el año 218 a.C., probablemente sobre un asentamiento celta. La población fue creada por los romanos como fortín para protegerse de la amenaza inminente de una Segunda Guerra Púnica contra Aníbal, con el objetivo de consolidar sus conquistas en territorio galo y mantener alejados a los celtas.
La batalla del Trebia, que tuvo lugar el 18 de diciembre del 218 a.C. durante la Segunda Guerra Púnica, fue el segundo encuentro alpino de las legiones romanas del cónsul Tiberio Sempronio y las cartaginesas, guiadas por Aníbal. Este último, tras haber ganado la batalla del Ticino, con un resultado desastroso para las legiones romanas, se preparó para conquistar la región.
Tras conquistar Casteggio, Aníbal vence también la batalla del Trebia en la que murieron casi veinte mil soldados romanos. Pero Piacenza supo resistir y tras ello el territorio pantanoso fue saneado, la producción de grano, cebada y mijo aumentó y se dio inicio también a la confección de lana. La zona convirtió así en un importante municipio romano con un activo puerto en el río Po durante la República y el Imperio.
También en Piacenza, en el año 476 d.C., se concluye el ciclo histórico del Imperio romano de Occidente, con el asesinato del general Flavio Oreste y la posterior retirada del último emperador, Rómulo Augusto, en favor del rey de los hérulos, Odoacro. Tras la caída del Imperio romano, la ciudad fue saqueadam debiendo ser reconstruida tras las invasiones bárbaras. Sin embargo, poco después se encontró en medio de la guerra entre los godos y las restantes tropas del Imperio.
La suerte de la ciudad apareció de nuevo cuando se convirtió en sede condal lombarda, es decir, se estableció en ella la sede de un ducado lombardo. Algo más tarde, con el dominio de los francos en el siglo IX, se produce una recuperación significativa.
Piacenza adquirió todavía más importancia en torno al año mil, cuando registró un crecimiento demográfico y económico gracias a su papel como parada estratégica de la vía Francigena, por la que pasaban numerosos peregrinos y comerciantes. En el año 1095 el papa Urbano II crea en Piacenza un importante Concilio en el que se leen las súplicas de ayuda del emperador de Constantinopla contra los infieles. El lugar de este evento se encuentra hoy en la Piazza delle Crociate, en via Campagna.
El 10 de mayo de 1858, a través de un plebiscito, Piacenza solicita la anexión al recién creado Reino de Italia, por aun llamado Reino de Cerdeña. El 14 de mayo, una delegación llevó al rey Carlo Alberto, acampado en las afueras de Verona, los resultados de la votación. El monarca proclamó así que Piacenza era Primogenita dell’Unità d’Italia, título que aún ostenta la ciudad.
El Piacenza Calcio 1919 es el principal club de fútbol de la ciudad. Fue fundado en 1919, pero, como sucedió con tantos otros clubes italianos de similar entidad, una bancarrota del club en 2012 tras descender a Lega Pro Seconda Divisione hizo desaparecer el club. En la actualidad milita en la Serie C.
Es sus últimos veinticinco años de historia, la temporada más importante fue la 1992-93, en la que sorprendió al fútbol italiano con un histórico ascenso a la Serie A que permitió a sus aficionados disfrutar de una de las mejores ligas del mundo.
Antes de llegar a ese primer gran momento de su historia, I lupi («los lobos» en español, uno de los apodos del equipo) apenas había tenido relevancia en el balompié transalpino. Siempre oscilando entre la Serie D y la Serie B, que era su techo, sus aficionados se tenían que conformar con la competición copera para poder ver a su equipo enfrentarse a los más grandes equipos italianos. Todo eso empezó a cambiar hacia finales de la década de los años 80, cuando el Piacenza cambió su mentalidad y ambiciones.
Antes sufrió un traumático descenso a la Serie C en la campaña 1988-89, una temporada en la que los biancorossi finalizaron en la última posición de la B. Dos años pasaron antes de volver a ver al cuadro piacentino de vuelta; fue en la 1991-92, y lo hizo con una plantilla muy joven que finalizó la temporada en la mitad de la tabla, aunque a tan solo ocho puntos de los puestos de ascenso.
Fue significativo, porque en aquella Serie B se enfrentaron a rivales como el Brescia o el Udinese. Aquella campaña fue preludio de lo que ocurriría en la 1992-93, cuando el Piacenza sorprendió a todos y aterrizó en la Serie A.
La primera experiencia biancorossi en la máxima categoría del fútbol italiano no fue mala, a pesar de haber sido efímera. El equipo acabó descendiendo, aunque se quedó a un solo punto de la permanencia, justo por debajo de todo un Inter de Milán y a tan solo seis puntos de la competición europea.
Ese año en la Serie A hizo madurar al Piacenza, que un año más tarde y tras haberse paseado en la Serie B (fue campeón de liga con diez puntos de ventaja sobre el quinto clasificado), ascendió a la élite por segunda vez en su historia.
Su segundo periplo por la primera categoría del fútbol italiano tuvo un final más feliz. El Piacenza logró evitar el descenso tras una temporada bastante tranquila, a pesar de que acabó justo por encima de los puestos de permanencia. Para la temporada 1996-97, los piacentini tuvieron que sufrir, y mucho, para evitar el descenso: un triple empate a puntos entre Cagliari, Piacenza y Perugia tuvo la culpa del sufrimiento de sus hinchas, ya que de los tres equipos solo uno se quedaría en la Serie A.
El primero en caer fue el Perugia. Perjudicado por los enfrentamientos directos, el combinado de los grifoni ocupó el antepenúltimo puesto de la tabla clasificatoria. Por su parte, Cagliari y Piacenza tuvieron que disputar un dramático encuentro para dilucidar qué equipo daba con sus huesos en la Serie B. En un partido tenso, el Piacenza templó mejor sus nervios y se llevó la victoria (1-3) y la permanencia.
El verano de 1997 fue interesante para el Piacenza ya que realizó algunas incorporaciones bastante buenas como la del veterano defensa Pietro Vierchowod. Nuevamente, el cuadro piacentino sufrió para mantener la categoría, aunque no tanto como en la temporada anterior. En esta ocasión lograron sumar dos puntos más que el Brescia, conjunto que marcaría definitivamente el límite de los puestos de descenso.
La 1998-99 fue una de las mejores temporadas para el club. A pesar de lograr una renta de solo tres puntos sobre la zona de descenso, navegó en aguas tranquilas durante todo el año y finalizó en la decimosegunda posición gracias, sobretodo, a los quince goles conseguidos por Simone Inzaghi. Precisamente, tras la salida del delantero fichado por la Lazio llegó uno de los peores momentos del Piacenza en la Serie A.
La temporada 1999-2000 se presentaba ilusionante en el seno del combinado biancorossi; sin embargo, ese sueño acabó tornándose en pesadilla. Una muy mala temporada hizo que el Piacenza finalizara como colista con tan solo veintiún puntos, a dieciocho de la permanencia. A pesar de ello, el mal trago apenas duró un año. En la temporada 2000-01 el conjunto de la Emilia-Romagna acompañó a Torino, Chievo y Venecia en su ascenso a la Serie A. Y no fue una empresa fácil.
Sampdoria, Genoa, Empoli o Siena no fueron capaces de lograr el retorno a la élite a pesar de tener grandes presupuestos aquel año. Los veinticuatro goles de Dario Hubner, que empató como máximo goleador del torneo con el delantero de la Juventus David Trezeguet, permitieron al Piacenza vivir un plácido regreso a la Serie A. Una decimosegunda posición permitió a los biancorossi igualar aquel año su mejor temporada en la élite.
En la 2002-03, y a pesar de contar con la participación de un jugador como Enzo Maresca (cedido aquel año por la Juventus), el Piacenza volvió a sufrir un descenso a la Serie B. A ocho puntos de la permanencia y solo por delante del Como y Torino, el conjunto de la Emilia-Romagna puso el punto y final a su época más dorada. A partir de ese momento, los piacentini intentaron el regreso a la Serie A, aunque casi siempre estuvieron lejos de lograrlo. De hecho, solamente disputaron una promoción de ascenso en la que sucumbieron en primera ronda ante el Albinoleffe.
Esta dulce historia se terminó en la segunda década del siglo XX: como ya señalamos, en 2012 el club sufrió una bancarrota y tuvo que refundarse bajo otros nombres, hasta que nació el Piacenza Calcio 1919 en 2013. Desde entonces, la ciudad sueña con regresar a la élite y la tifosería, en especial los ultras de la Curva Nord, ha permanecido fiel al equipo, enfrentándose incluso a sus propios directivos y jugadores. Esta es la historia del movimiento ultra de Piacenza.
Las primeras señales de tifo organizado en la ciudad se registraron a mediados de los años 70. En 1974, un grupo de jóvenes que se reunían en el bar Lele fundarían el Commando Ultrà. Su ubicación sería en la Gradinata, cerca de la Curva Sud. Al año siguiente, con la promoción a Serie B, se crearían los grupos Ultras y Boys. Otro grupo de la época que consiguió calentar el tifo plasentino fueron los Kamikaze Biancorossi. En la temporada 1976-77, los tifosi más frenéticos se trasladarían desde la Gradinata a la Curva Sud.
Tres años más tarde, todos los grupos existentes se disuelven y renacen bajo el nombre unitario de Red Eagles. Al lado de su pancarta principal se situaría otra con la palabra Boys, no como homenaje al precedente grupo piacentino, sino como recuerdo robado a sus eternos enemigos cremonesi. La pancarta rival de la Curva Sud de Cremona fue sustraída por un joven ultra del Piacenza que logró entrar en la guarida del enemigo. A la edad de dieciséis años, este adolescente también consiguió un tambor que luego defendió con uñas y dientes durante el derbi contra el equipo de la ciudad vecina de Cremona.
Eran unos pocos ultras del Piacenza que compartían la grada con tifosi de Cremona, ya que en aquella época los aficionados visitantes no estaban separados de los locales dentro del estadio y la policía no escoltaba a los que se aventuraban a ver un partido en otra ciudad. No obstante, unos fieles seguidores del equipo decidieron asumir conscientemente ese gran riesgo e ir de esa forma a la ciudad del eterno rival.
En los albores del movimiento ultra de Piacenza, la mayoría de los jóvenes provenían del barrio de Infrangibile, que hoy en día es recordado como un semillero de matones suburbanos y hooligans amantes de peleas por los más veteranos de la Nord. En los años 70 y comienzos de los 80, los primeros ultras del Piacenza eran de izquierdas y tal vez por ello se estableció un hermanamiento con las Brigate Gialloblù del Modena.
El tifo de los años 80 se caracteriza por la falta de un grupo guía, con muchos grupúsculos independientes y a menudo efímeros poblando la Curva. La transferencia de todos los grupos a la Curva Nord (la ubicación más histórica de los piacentini) se produce en el año 1981, lo que representó un punto de inflexión después de una profunda crisis que duró dos años. De la temporada 1982-83 son muy recordados los dos partidos contra el Vicenza: en Piacenza con invasión de campo de los locales incuida, y en la ciudad del Palladio con otra de los tifosi de la lupa. Estaba en juego la permanencia en la Serie C1 de aquel entonces.
En la temporada 1983-84 todos los grupos de la Nord deciden fusionarse bajo la pancarta I Ragazzi della Nord, custodiada estos por otras dos: I Ragazzi dell’Infrangibile y Fossa dei Leoni. La 1984-85 fue una temporada mala para el equipo que, después de comandar el Grupo A de la Serie C1 junto con el Lanerossi Vicenza, ve como se escapa el ascenso a la B en el partido de desempate jugado en Florencia. De este partido es muy recordado el apoyo que recibieron los piacentini por parte de los ultras viola fiorentinos con la pancarta C.A.V. colgada junto con la de los tifosi del Piacenza, desplazados hasta la Toscana en gran número.
Los vicentini ganaron 3-1, pero al año siguiente el presidente del Vicenza confesó haber comprado el partido. Debido a esto nació la fuerte enemistad con los ultras vénetos, siempre recordada por los militantes más veteranos de la Nord de Piacenza. Del mismo año se recuerda con nostalgia la coreografía realizada contra la Spal de Ferrara; el lanzamiento de piedras contra los ultras bresciani; el venenoso derbi contra los pavesi; los incidentes contra el Legnano, en los que fue herido un comentarista de radio; y los enfrentamientos en Reggio Emilia en los que un piacentino disparó un lanzacohetes que hirió a un seguidor granata. Además, un nuevo grupo proveniente del Basso Lodigiano ve la luz: los Hooligans Codogno.
En la temporada 1985-86 durante el Derby del Ducato jugado en Piacenza, fue firmado el hermanamiento con los parmesani, pero la alianza se rompió al final de ese mismo partido. Al partido en Parma viajaron mil ultras piacentini, y para el partido en Módena se movilizaron dos mil unidades. En la 1986-87 cambia la estructura de la Nord: I Ragazzi dell’Infrangibile cambian de nombre, pasan a llamarse Hell‘s Angels Infrangibile, y de las cenizas de I Ragazzi della Nord surge la Legione Gotica.
La Legione Gotica representó durante una década la verdadera animación al equipo, siendo el único grupo capaz de garantizar la vitalidad, dinamismo y continuidad del fenómeno ultra en Piacenza durante aquel periodo. También se formaría la Legione Alcoolica, un subgrupo dentro de la propia Legione Gotica. El tifo alcanzó los niveles más altos de la historia del club en aquel momento, coincidiendo con el regreso del Piacenza a la Serie B. De aquella época es muy recordada la coreografía realizada contra la Reggiana en la Curva Nord. En el campeonato 1987-88 aparecen en la Curva los Crazy Boys, junto a otros dos nuevos grupúsculos procedentes del barrio más caliente por excelencia de Piacenza: los Viking Infrangibile y los Red SkinsInfrangibile.
Mientras en la estación de tren de Piacenza la Legione Gotica se enfrentaba con la Fossa dei Grifoni genoana, un nuevo grupo proveniente de la llanura piacentina, concretamente de la zona comprendida entre las ciudades de Piacenza, Cremona y Parma, llega en la 1988-89. Son los Mods Bassa Padana, que aparecen en escena coincidiendo con la disolución de los Hell‘s Angels Infrangibile (aunque su pancarta volverá a aparecer en las gradas unos años más tarde). También es fundado por entonces el Noise Group.
El siguiente año nacen dos nuevos grupos, Irriducibili y Collettivo, que tiempo después se fusionarán para formar la Brigata Farnese. El grupo, que contaba con dos secciones (Codogno, Lodi; y Rivergaro, Piacenza), se compone de militantes con una media de edad baja. La Legione Gotica, junto con los Mods Bassa Padana y la Brigata Farnese serán la columna vertebral de la Curva Nord durante años. En la temporada 1992-93 se disolvería la Brigata Farnese.
A caballo entre finales de los años 80 y principios de los 90, los ultras del Piacenza eran vistos como poco numerosos pero rudos, siempre dispuestos al enfrentamiento contra los rivales. Por esa época, en la Curva se cambió la connotación política dominante definitivamente: comienzan a aparecer banderas y pancartas de la Lega Nord, así como símbolos de derechas. Dentro de este giro ideológico fue conocida la presencia de un diputado plasentino del M.S.I. en las gradas de la Nord en algunos partidos. También varios skins participaban activamente en la vida de la Curva, y de hecho en 1989 fundarían un grupo llamado precisamente Skinheads. A día de hoy, la ideología dominante en la Curva es la de derechas.
El campeonato de Serie B de la 1991-92 se quedaría en la memoria sobre todo por el partido Piacenza – Brescia. Numerosos ultras bresciani se desplazaron a la ciudad de la Emilia-Romagna llenando toda la Curva Sud del estadio Leonardo Garilli, invadieron el terreno de juego e intentaron destrozar el estadio y las calles adyacentes del barrio de Galleana mientras los ultras del Piacenza lo intentaban evitar, aunque fueron frenados por la policía. Ese mismo año nacería el Gruppo Deciso, cuyo nombre denotaba una especial predilección por los enfrentamientos.
En la 1992-93 se rompe de manera definitiva el hermanamiento con los modenesi y los ultras del Piacenza toman el camino del «solos contra todos», en un momento en que, en general, los hermanamientos en Italia empiezan a ser de corta duración. Un nuevo grupo hace su aparición en la Curva: la Sparuta Presenza, fundado por tres jóvenes que pertenecían a la Legione Gotica. A partir de entonces será un grupo hegemónico que se desplazará allí donde juegue el Piacenza.
El 29 de noviembre de ese año tiene lugar el registro policial más importante de la historia de la Nord, en un partido contra los cremonesi; unos meses más tarde, se repetirían nuevos registros contra la Reggiana y contra el Fidelis Andria. El lanzamiento de piedras contra el autobús del equipo visitante, en el que resultó herido el entrenador Simoni, y contra algunos automóviles privados y el intento de asalto de la Sud de los rivales sería el detonante de la intervención de la administración.
En este derbi, la Nord lo dio todo dentro del estadio: coreografía en todas las gradas, otro tifo al inicio de la segunda parte y el público local sumido en un continuo frenesí. El equipo respondió consiguiendo la victoria por 3-2. Un domingo inolvidable para los piacentini que estaban allí. Desde este partido, algo comenzó a cambiar para mejor en las cuatro esquinas de la provincia de Piacenza. No se hacía nada más que hablar sobre el gran equipo de Gigi Cagni que, partiendo de la Serie C1, llegaría a la Serie A en tan solo tres temporadas. El interés por el equipo parecía estar renaciendo (o tal vez naciendo por primera vez).
El olor a Serie A hizo que el estadio se comenzara a llenar como nunca lo había hecho antes y muchos aficionados también empezaron a seguir por millares a la escuadra lejos de casa: por ejemplo, tiñendo de rojo y blanco la autopista A1 en Modena. Pronto llegó la invasión de seis mil piacentini en Cremona, sin olvidar a los trescientos ultras que se fueron a Cosenza, en Calabria, para el último partido que confirmó la proeza de Simonini.
Con el inicio de la primera temporada en la máxima categoría transalpina la Curva Nord mutó: se añadieron tres estructuras metálicas para proporcionar una mayor capacidad y la Legione Gotica elaboró una nueva pancarta: «Legione Curva Nord». Flanqueada por secciones como Codogno, San Fiorano, Stradella, Castel San Giovanni, Gossolengo, Cortemaggiore, Gotic Girls, y otros grupos satélites como Nasty Boys Alseno o los Tumulten Brigaden Fiorenzuola, la Legione Gotica vivió entonces su mejor época.
Los domingos en casa nunca se dejó de realizar un tifo, la animación siempre fue constante y sostenida y los desplazamientos se caracterizaron por una permanente buena participación. No obstante, la contribución de la Legione Gotica no fue suficiente para salvar la categoría. Al inicio de la Serie B de la temporada 1994-95, la facción más politizada de la Legione Gotica se separó del grupo principal mediante la creación de los Official Supporters. Este nuevo colectivo aparece inmediatamente como un grupo muy compacto y ruidoso, y desde el primer momento demuestra no estar en sintonía con la Legione Gotica.
Los Official Supporters se caracterizan por un temperamento político muy marcado y por dar poca relevancia al aspecto coreográfico. La vitalidad de la Curva Nord, no obstante, no se resiente en el pasaje de la categoría de plata. Al año siguiente, el Piacenza estaba listo para volver a jugar en la Serie A.
Antes del partido en casa de la Juve nacería la amistad entre los Official Supporters y Sparuta Presenza con los Viking-N.A.B. Muchas banderas amistosas fueron desplegadas por ambas facciones, además de que se intercambiaron coros mutuos. En la Nord de Delle Alpi muchos ultras del Viking-N.A.B. decidieron abandonar la centralidad de la Curva y situarse en la esquina donde se encontraban los piacentini desplazados. Incluso, al final del partido, la otra Curva juventina, la Sud, la Scirea, se levantó y algunos de los grupos allí presentes (Fighters, Area Bianconera) saludaron también a los de Piacenza.
Sin embargo, la Legione Gotica parecía tambalearse a pesar de estar siendo el punto de referencia para todos los ultras biancorossi. Los problemas internos, la rivalidad no digerida con los Official Supporters y la falta de relevo generacional llevó a los líderes sin aparentemente motivación a escribir su fin una vez que terminó la temporada. Se terminó una edad de oro para el fenómeno ultra de la ciudad de Piacenza. Desaparecieron incluso el Noise Group y los Mods Bassa Padana.
La Nord notó el golpe y se puede decir que desde la desaparición de la Legione Gotica no ha vuelto a existir un grupo directivo que sea capaz de arrastrar a la multitud y que represente a todos los ultras piacentini. Aunque los Official Supporters intentaron ser ese grupo guía, su politización hacia la derecha les ha restado influencia en el resto de la afición, y más en una ciudad industrial como Piacenza en donde existe el temperamento más generalizado es de izquierdas.
En la temporada 1996-97 algunos estudiantes de secundaria se lanzaron a la experiencia ultra con la creación de un nuevo grupo: Gioventù Biancorossa. A su vez, surgen diferentes secciones a su alrededor, como Val Nure o Ultras’97; también otros grupúsculos como Shaken Group, Manipolo y Barera, tratando de llenar el vacío dejado por la Legione Gotica.
La juventud de todos ellos no impidió, sin embargo, que el tifo piacentino intentara estar al nivel en colaboración con los Official Supporters. El partido por la permanencia en la Serie A que se jugó en el San Paolo de Nápoles contra el Cagliari parecía haber cimentado a la Nord de Piacenza en los momentos difíciles, justo tras la disolución de la Legione Gotica. A diferencia de la temporada 1997-98, la nueva estación comenzó de la peor manera posible, con decenas de los miembros de la Curva Nord más activos suspendidos por las llamadas diffide policiales.
A estos se les añadirían otros más, como resultado de los disturbios sucedidos en la estación de servicio de Roncobilaccio. Ese domingo el Piacenza jugaba en Roma, mientras el Brescia lo hacía en Napolés. El autobús de los Official Supporters y de la Gioventù Biancorossa fue asaltado por los ultras bresciani en un enfrentamiento con clara superioridad numérica de los de Brescia. Al final de la temporada, debido a problemas internos del grupo, la indiferencia tradicional de los piacentini y la represión, combinado todo ello con una cierta inexperiencia, empujó a disolverse a la Gioventù Biancorossa después de dos años de militancia en las gradas.
Pocos supervivientes convergen en los Official Supporters originándose la sección juvenil, conocida como la Official Balilla. Junto a ellos pronto aparecieron otros jóvenes. Se darían de baja formalmente los Boys, Nasty Boys y la Tumulten Brigade, pero quedarían en pie para llevar la Curva junto con los Official Supporters los Sparuta Presenza.
Estos últimos también intentaron ser el colectivo representante de toda la tifosería del Piacenza. Ellos están ahí y, aunque parte del resto de la afición no los apoya, tienen claro su camino: permanecen orgullosos de su mentalidad y su ideología. Los principales problemas de la Curva Nord Piacenza son de nuevo la represión y el recambio generacional.
Desde 2001, los grupos ultras organizados de la Curva Nord están bastante diezmados debido entre otros factores a las numerosas diffide y a los malos resultados del equipo que condujeron a la desintegración de muchos grupos organizados.
Tras la desaparición del club, que tuvo lugar en el verano de 2012, la base de los ultras del Piacenza se divide entre aquellos que decidieron seguir al nuevo club, que ha heredado la marca y los símbolos de la vieja sociedad, y los que no apoyan esta nueva realidad y se mantienen alejados del estadio Leonardo Garilli (que en la actualidad cuenta con capacidad para 21.000 espectadores).
Centrándonos en el capítulo de amistades y enemistades, los ultras del Piacenza están hermanados con los del Pergocrema. Dicho hermanamiento nació como resultado de la hostilidad común hacia los ultras del Cremonese. Hay también una sentida amistad con los ultras del Treviso. Como señalamos, en el pasado hubo un hermanamiento con los ultras de la Juventus, aunque se rompió a comienzos del siglo XXI.
Entre sus enemistades, la rivalidad más histórica es la que existe con los ultras del Cremonese, con el que disputan el llamado Derby del Po. Otras rivalidades importantes se tienen con los ultras de la Reggiana y con los los del Vicenza, a causa de los incidentes de la promoción de desempate de 1985, y también debido al hermanamiento entre los ultras de los tres equipos mencionados. Otras enemistades son las que mantienen con ultras del Pavia, los del Mantova y los ultras del Parma. También existieron puntuales disputas con los ultras del Brescia, los del Milán (debido a la controversia final del campeonato de 1993-94) y los ultras del Torino.
Esta es la historia de los ultras del Piacenza y estas algunas de sus mejores imágenes:
- Le Derby de la Bretagne: Rennes – Guingamp - 21 abril, 2019
- The City Ground, Nottingham - 14 abril, 2019
- Curva Nord Massimo Cioffi, Ultras Sambenedettese - 14 abril, 2019