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Curva Nord Marco Mazza, Ultras Pescara

Club: D. PESCARA 1936

Ciudad: PESCARA (Pescara) (123.318 habitantes).

Provincia: PESCARA (Pescara) (295.463 habitantes).

Región: ABRUZZO (Los Abruzos) (1.339.317 habitantes).

Pescara tiene una destacada historia reciente, aunque sus orígenes son anteriores a la conquista romana de la península. El nombre antiguo, tanto de la ciudad como de su río, era Aternum. Su institución como provincia italiana, no obstante, solo se produjo en 1927, cuando se convirtió en pocas décadas en el principal centro de la región de Los Abruzos. La ciudad sufrió una gran explosión durante la Segunda Guerra Mundial, y desde entonces ha sido reconstruida en gran parte, siendo así una de las ciudades de Italia más recientes.

Pescara es conocida en Italia por ser la ciudad natal de Gabriele D’Annunzio, escritor y aventurero político italiano que, tras una brillante carrera como poeta, novelista y dramaturgo, se interesó por la política hacia finales del siglo XIX. Tras la Primera Guerra Mundial, cuando los tratados de paz privaron a Italia de algunos frutos que había esperado en la victoria (fue el caso del control sobre la actual ciudad croata de Rijeka, Fiume en italiano), animado por la exaltación patriótica que recorría una Italia que clamaba por los «territorios irredentos», trató de tomar el territorio con un millar de voluntarios, logrando mantenerla en sus manos durante todo un año, de 1919 a 1920.

El equipo de fútbol de la ciudad es el Pescara Calcio, refundado como Delfino Pescara 1936 en 2009, fue fundado en 1936 y tiene una historia dividida en dos etapas bien marcadas. La primera va desde su creación hasta 1974, un periodo en el que este conjunto deambuló entre la Serie C y la Serie D, con solo unos pocos chispazos en la Serie B y algún que otro descenso a las ligas regionales. En la segunda mitad de su historia, esta institución se convirtió en un participante frecuente de la Serie B que incluso jugó varias temporadas en la Serie A.

El primer encuentro del Pescara con los grandes de Italia llegó en 1977, cuando se colocó tercero de la Serie B y consiguió su primer ascenso al círculo privilegiado. La alegría duró poco, dado que pronto debió volver a la B. Increíblemente, esta historia se repitió de manera cíclica a partir de la temporada siguiente, ya que fue tercero en la Serie B del 79 y volvió a perder la categoría un año más tarde, quedando nuevamente en la decimosexta posición.

Su tercera incursión en la fama llegó exactamente una década después de la inaugural y terminó siendo la su época más larga en la Serie A. En la temporada 87-88 consiguió el puesto más alto de su historia en la máxima categoría, decimosegundo, aunque doce meses más tarde cayó tres posiciones y se vio obligado a volver al lugar de siempre. Ya comenzada la última década del milenio, al Pescara le llegó una nueva oportunidad de jugar entre los mejores, pero la historia volvió a estar en su contra.

Tuvo su despedida de la máxima categoría el 6 de junio de 1993. Ese día, los delfines se llevaron cuatro goles de recuerdo de su visita a Cerdeña y acabaron la temporada en el último lugar. A pesar de que sus frecuentes apariciones en la Serie A hacían prever un regreso, la situación no volvió a ser la misma. El Pescara se había ido para no volver hasta la 12-13, cuando volvió a disputar una nueva temporada en la máxima categoría italiana. El sueño pescarese solo duró, nuevamente. un año. Lo mismo ocurrió en la 16-17, en la que el equipo batió algunos de sus propios récords negativos.

Quizás pocos lo recuerden, pero Dunga vistió la camiseta del Pescara en la temporada 92-93. El campeón del mundo y también entrenador de Brasil llegó desde la Fiorentina para sumarse al equipo en aquel entonces dirigido por el interminable Giovanni Galeone, que tuvo tres etapas al frente del club y consiguió dos ascensos, convirtiéndose un gran ídolo para los tifosi. Actualmente el Pescara compite en la Serie B, la categoría en la que más temporadas ha estado a lo largo de su historia.

La historia de los ultras pescaresi comienza en la década de los años 70. La primera forma de seguidores organizados en Pescara que aparece es en 1971, con el nacimiento del Club “I Fedelissimi”, colectivo donde reinaba la improvisación, pero aún así con buenos resultados en cuanto a animación se refiere.

La idea de crear un verdadero grupo de ultras en Pescara nació gracias al entusiasmo de unos jóvenes que quisieron animar a su equipo, justo cuando este estaba peleando por primera vez en su historia, por ascender a la Serie A en la temporada 76-77. Aunque seguían los partidos con I Fedelissimi, deciden fundar un nuevo grupo para superar viejos conceptos y los proyectos de los que hasta ese momento llevaban la organización del tifo pescarese.

Exactamente en noviembre de 1976 nacen los Pescara Rangers, con el indio como símbolo y el lema de «l’impero continua» («el imperio continúa» en español), coincidiendo con el nacimiento de otros grandes grupos ultras italianos.

Los jóvenes de los Rangers piden ayuda y apoyo a Angelo Manzo, máximo exponente de los tifosi pescaresi en aquel tiempo y que ya dirigía el famoso Club Excelsior; todo un hito muy popular en las gradas del Stadio Adriatico. Angelo Manzo se muestra inmediatamente disponible, y con su entusiasmo y el de sus colaboradores más cercanos, deciden renombrar a su mismo club como Club Excelsior-Pescara Rangers.

El nombre, elegido por Manzo, indicaba en la primera parte a la sección de adultos de más de cuarenta años y, en la segunda, a la sección de los jóvenes, precisamente aquellos que habían fundado los Rangers. El grupo siguió adelante, con un éxito inmediato, y en poco tiempo se convertiría en uno de los más admirados y temidos de Italia.

La originalidad del nombre deja algunas dudas en el grupo de los más jóvenes, pero Manzo, a quien también se le atribuye el haber puesto el nombre de la ciudad por delante, determinado, les convence. En su nacimiento los Pescara Rangers permanecen durante varios partidos en casa al lado de I Fedelissimi, pero entonces, por diferencias con respecto al ideal de animación, el grupo ultra cambia de ubicación y comienza a ocupar la parte superior de la tribuna, en la ardua búsqueda de difundir la animación por todo el estadio.

En un Pescara – Como de marzo de 1977, los Rangers aparecen oficialmente, de una forma totalmente autónoma como tractor del tifo organizado de Pescara, junto con el grupo de reciente creación Ultras, con buenos resultados a partir de una base de alrededor de ciento cincuenta miembros, alcanzando alrededor de un millar en los play-off de Terni y Bolonia, dando un giro radical a la escena de la ciudad capital de Los Abruzos.

En la temporada 76-77, para seguir alentando a su querido entrenador Cadè, recogieron doce mil firmas en su apoyo. Tras el ascenso a la Serie A, el estadio se amplió, en primer lugar reformando la Curva Sud, por lo que el grupo se ve obligado a trasladarse. Mientras tanto, I Fedelissimi permanecen primero en el Distinti, para poco después mudarse a la Curva Nord.

Al año siguiente y ya con el estadio terminado, la Curva Nord se convierte en el templo definitivo de los ultras del Pescara. El fondo estaría comandado por los Rangers y por los propios I Fedelissimi, que acabarían disolviéndose en el grupo Ultras. Estos, a su vez, se acabarían integrando en los Rangers, que se convertirían en la estela del entusiasmo por la reconquista de la Serie A, después del play-off con el Bolonia, disputado en Monza en el año 79, con al menos 35.000 pescareses presentes.

La fama de los ultras del Pecara es tal que Incluso algunos dirigentes de la Sud romanista, algunos amigos de los miembros de Rangers en aquella época, van entre semana a Pescara para obtener consejos sobre el diseño de los nuevas pancartas que querían desarrollar los CUCS. Pero entonces, con el descenso a B de 1980 y el siguiente, a C1, del año 82, con doce derrotas consecutivas del equipo, el mundo de los ultras se desploma totalmente: la Curva está en crisis, muchos abandonan por una razón u otra, todos los grupúsculos ultras que habían ido naciendo, a excepción de los Rangers, se disuelven. Solo permanecía el núcleo duro Ranger de alrededor de trescientos miembros en los partidos en casa y de unos sesenta o setenta en los desplazamientos.

En la temporada 83-84 ya con el equipo de nuevo en Serie B, categoría recuperada el año anterior en Caserta, se vive el primer cambio generacional en los Rangers. Los años 80 marcaron un período de transición: el nuevo objetivo es mantener viva la Curva. En la 84-85, un espectacular Pescara hace que la gente vuelva al estadio en masa, pero en la 85-86 vuelve a la C1, dando paso a un período de fuertes contrastes entre los distintos componentes.

En verano, sin embargo, llega la sorpresa: el Pescara es repescado en sustituación del Palermo, señal de que la recuperación está al alcance de la mano. La temporada 86-87 ve a la Curva Nord renacer dando en todos los partidos un hermoso y gran colorido, gracias a la excelente labor de las llamadas segundas líneas.  La 87-88 tiene como protagonistas al jugador brasileño Leo Júnior y al entrenador Galeone, y el Pescara, con un público entusiasta, está de vuelta en la Serie A.

Al año siguiente, el entusiasmo seguirá creciendo gracias a los resultados extraordinarios: en la primera vuelta el equipo está en la zona de la UEFA, pero en la segunda se llega a las 15 derrotas, lo que acabará relegando al equipo a la B. No obstante, en el 92, Galeano consigue su segundo ascenso con el Pescara y los Rangers alcanzan un registro de 1.500 miembros. Son buenos tiempos, pero un año después el Pescara ya está casi descendido al final de la primera vuelta, y además queda asociado a escándalos de apuestas y escuchas telefónicas. Los Rangers, sin embargo, a pesar de todo, no pierden el corazón y mantienen la organización siempre con buen ánimo y atrayendo a más ultras. El año siguiente, el Pescara coquetea con el descenso a la C1 y la salvación llega en un viaje mítico a Cosenza.

En la 94-95 los Rangers abren un bar propio en la ciudad, disfrutando así de sus propias instalaciones. Es un año turbulento para el grupo, con el Pescara siempre en los puestos bajos de la liga. Los directivos del grupo tienen fuertes desacuerdos ​​entre ellos, y después de varias reuniones, se crean los Vecchio Rangers, una escisión es entendida como un retorno a las raíces, más que como una renovación.

Los Vecchio Rangers quieren cambiar el diseño y la estructura del grupo, a parte de condenar la comercialización de los clubes, con la intención de formar un nuevo grupo, tal vez de número limitado, para apoyar al equipo y a la ciudad sin concesiones. En poco tiempo, sin embargo, el colectivo acumula diffide (advertencias de la policía), y ve reducido a la mitad su número de integrantes.

Desde entonces, durante un año, la pancarta de los Rangers se muestra al revés en casa, como señal de protesta por las diffide, mientras que en los desplazamientos deciden no mostrarla en absoluto. En la 95-96 las diffide caducan y las filas se recomponen. Durante una temporada, los Rangers vuelven a ser un grupo compacto y se adopta otra vez el nombre clásico de Pescara Rangers. En el 96 se celebra el vigésimo aniversario del grupo, con la creación de nuevo material, un libro y la celebración de un partido en el que participa el equipo del Pescara de 1976 en su totalidad, incluyendo al legendario entrenador Cadè.

La edad media del grupo en esa época es de veinticinco o veintiséis años, pero también entra a formar parte de los Rangers una nueva hornada de entre quince y dieciocho años. En el 97, el grupo hace un nuevo cambio de sede y el nuevo local pronto se convierte en un verdadero referente de la fiebre tifoidea de Pescara.

Alrededor del año 98 aparecen los Bad Boys, asaltando el comando de la Curva. Los Rangers ya no forman parte de la junta directiva de la Nord, de lo que resultan diferencias entre los grupos que provocan unos meses de empeoramiento del movimiento. En octubre de 1998, sin embargo, con los ultras en crisis, llegaría el punto de inflexión: después de algunas reuniones entre todos los grupos de la Nord, se decide volver a lo básico: la unión de todos bajo el nombre de Rangers y la coexistencia  del grupo junto a los Bad Boys. La unión contribuyó, tras un inevitable período de rodaje, al éxito del equipo, que no pudo promocionó a la Serie A por tan solo un punto.

El comienzo del nuevo siglo trae para los Pescara Rangers una organización siempre en crecimiento, gracias al retorno de los miembros de la vieja guardia, que sirven de ejemplo para los más jóvenes. En 2001 se celebra el veinticinco aniversario del grupo con el equipo militando en la Serie C y los Rangers protagonizando las grandes protestas anti Scibilia, en un movimiento contra el presidente calabrés del club.

Lo que más irrita a los aficionados y grupos ultras pescareses en aquellos años, no tiene tanto que ver con lo deportivo, sino con la arrogancia que mostraba el dúo ejecutivo Scibilia – Oliveri, especialmente con sus declaraciones que desestabilizaban al club.

La siguiente década de la Nord viene marcada por duelos importantes y muy sentidos: Stefano Paravia muere en mayo de 2004; en enero de 2006, muere Marco Mazza alias Bubù, también, como el anterior, un líder histórico de los ultras pescareses. En agosto de 2006, los Pescara Rangers celebran tres décadas de vida y la Curva se convierte en una gran fiesta, donde no faltan los momentos de emoción. Se producen bufandas conmemorativas para la ocasión, junto al lema «Old Story». En agosto de 2008, el grupo abre la nueva sede, en donde se cuelgan fotografías en honor de Marco Mazza y Stefano Paravia, los líderes ultras fallecidos.

Aquel año, el Pescara milita en la Serie C1 y no levantará cabeza hasta el 2011, cuando vuelve a la Serie B, gracias, entre otras cosas, al apoyo de los ultras en los momentos difíciles. En la temporada 11-12, llega al banquillo biancazzurro nada menos que Zdenek Zeman, el bohemio maestro del 4-3-3 y el calcio champagne, gran defensor de los jóvenes talentos y famoso por hacer jugar de forma vertiginosa a sus equipos. En ese año se relanza Sansovini y llegan nuevos talentos como Verratti, Immobile Insigne. La Curva Nord está en éxtasis y, el estadio, casi siempre lleno a pesar de que es la Serie B. La consecuencia lógica de todo esto fue el ascenso a Serie A y la venta de los mejores jugadores. Una vez en la A, sin las jóvenes joyas y sin Zeman, que no renovó porque le desmontaron el equipo, el Pescara sufre y se hunde de nuevo. A día de hoy, la Curva Nord sigue presente en buen número en los partidos de Serie B.

Centrándonos en el capitulo de amistades y enemistades de los pescaresi, los ultras están hermanados con los del Vicenza desde el 9 de enero de 1977, resultando ser el primer hermanamiento entre dos grupos ultras del fútbol en el mundo. Sigue siendo profundamente sentido por ambos lados a pesar de la disolución de los Vigilantes, el principal grupo del Vicenza, en 2012.

Otro hermanamiento fuerte es el que une a los ultras del Pescara y los del Messina, que data de 1986. En el pasado, también mantuvieron un hermanamiento con los ultras del Livorno; aunque posteriormente se rompió, ambas aficiones siempre han seguido manteniéndose un gran respeto y relanzaron su relación particularmente después de la trágica muerte de un jugador en el campo de Livorno. Piermario Morosini falleció durante el partido de la Serie B del 14 de abril de 2012 entre los dos equipos, por lo que se detuvo de inmediato el juego en el minuto 31 del primer tiempo con el marcador 2-0. El partido continuó y terminó con el mismo resultado el 16 de mayo del mismo año.

Los ultras biancazzurri también tienen buenas relaciones en el extranjero con los ultras del Wolfsburg, el Preußen Münster y el Mainz. En Italia, también son correctas sus relaciones con los ultras del Genoa, los ultras de la Fermana, los del Cavese y los ultras de la Torres (la amistad se remonta a la Serie C1 de la 2002-2003). A nivel regional, existe una buena relación con los ultras del Vasto, los ultras del Giulianova y los ultras del Avezzano.

En el caso de las enemistades, se mantiene una rivalidad muy sentida con los ultras de la Lazio, nacida en 1977. Los partidos entre los dos equipos eran a menudo escenario de enfrentamientos violentos entre ambas facciones. Otra rivalidad sentida es la que existe con el otro equipo de la ciudad capitolina y los ultras de la Roma. La última gran batalla entre las dos aficiones tuvo lugar en el verano de 2010, durante un partido amistoso jugado en el Stadio Adriatico. Otra rivalidad que existe desde hace cierto tiempo, pero sobre todo se ha fortalecido en los últimos años, es la existente con los ultras del Verona, fundamentada principalmente en cuestione territoriales y en la fuerte amistad entre los scaligeri y los laziali que, como hemos visto, están enemistados con la afición del Pescara.

El resto de rivalidades profundas remiten a otros colectivos del centro y el sur de Italia, especialmente en el caso de los ultras del Ancona, los del Ascoli, los ultras del Bari, los ultras de la Salernitana, los ultras del Foggia, los del Avellino, los ultras del Taranto, los de la Reggina, los ultras del Latina, los del Catania, los ultras del Napoli, los del Cosenza, los ultras del Lecce, los de la Ternana y los ultras del Perugia.

La principal rivalidades con los equipos del norte son las que mantienen con los ultras del Cesena, los de la Fiorentina, los ultras de la Sampdoria, los del Lucchese, los ultras del Torino, los los del Brescia y los ultras de la Triestina.

Finalmente, entre los equipos de Abruzzo, existe también una fuerte rivalidad con los ultras del Chieti, a pesar de que es una animadversión más bien parroquial en su alcance, ​​debido a la corta distancia entre las dos ciudades y la diferencia de categoría entre los clubes, que no ha permitido que los dos equipos se enfrenten con continuidad.

Estos son los ultras del Pescara y estas algunas de las imágenes de su historia:

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